El cardenal Cañizares defiende la necesidad de "volver a Dios" en "tiempos de enorme complejidad"

Actualizado: miércoles, 6 diciembre 2006 15:01

TOLEDO, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -

El cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares afirmó que "en tiempos como los nuestros, de grandes cambios y de una complejidad tan enorme en todos los campos, no podemos perder el norte, no podemos quedar atrapados por la barahúnda de cosas, ni enredados en miles de cosas que no llevan a ningún sitio; las ramas no pueden impedirnos ver el bosque. Debemos volver a lo esencial, debemos volver a Dios".

En su carta pastoral de Adviento, que publica la edición semanal de Padre Nuestro y recoge Europa Press, el purpurado toledano dice que "el problema central de nuestro tiempo es la ausencia de Dios, y por ello "el deber prioritario de los cristianos es testimoniar al Dios vivo".

Según Cañizares "si hoy existe un problema de moralidad, de recomposición moral en la sociedad, deriva de la ausencia de Dios en nuestro pensamiento, en nuestra vida", algo que bajo su punto de vista hace que el "ser humano pierda su gran honor, su gran dignidad, y todo se vuelva al final manipulable".

Por eso, continuó el primado de España "nuestra tarea fundamental, si realmente queremos contribuir a la vida humana y a la humanización de la vida en este mundo, es la de hacer presente y por así decirlo, casi tangible, esta realidad de un Dios que vive, de un Dios que nos conoce y nos ama, en cuya mirada vivimos, un Dios que reconoce nuestra responsabilidad y de ella espera la respuesta de nuestro amor realizado y plasmado en nuestra vida de cada día".

"Hay quien piensa, decía el Papa Benedicto XVI el pasado septiembre en Munich, que los proyectos sociales deben promoverse con la máxima urgencia, mientras que las cuestiones que atañen a Dios... revisten bastante menor interés y urgencia" señaló.

Según el arzobispo toledano "la experiencia enseña precisamente que la evangelización ha de ser prioritaria, que el Dios de Jesucristo tiene que ser conocido, creído y amado, debe convertir los corazones para que las cuestiones sociales puedan progresar, para que se emprenda la reconciliación".

"Si sólo damos a los hombres conocimientos, habilidades, capacidades técnicas e instrumentos, les damos demasiado poco. Y entonces se imponen demasiado pronto los mecanismos de la violencia, y la capacidad de destruir y de matar se vuelve dominante, transformándose en capacidad de alcanzar el poder, un poder que antes o después debería traer consigo el derecho, pero que nunca será capaz de hacerlo" advirtió Cañizares.