MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela, aseguró hoy que San Francisco de Javier ha dejado "una huella imborrable en la historia de la Iglesia y la humanidad" al tiempo que destacó la necesidad de proyectar su mensaje "en la sociedad española tan secularizada", durante su homilía en la misa solemne celebrada esta mañana, con motivo del V Centenario del nacimiento de este santo jesuita en el Castillo de Javier (Navarra).
Francisco Javier "ha dejado una huella imborrable en la historia de la Iglesia y de la humanidad por llevar el nombre de Jesús y la señal de la Cruz a nuevos mundos y por alumbrar una concepción teológica de la dignidad del hombre, que ha marcado para siempre el recto camino de la configuración justa y solidaria del Estado y de la comunidad internacional", aseguró el cardenal Rouco Varela, legado pontificio del Papa Benedicto XVI para esta Eucaristía concelebrada por el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, el Nuncio Apostólico en España, Manuel Monteiro de Castro, el director general de la Compañía de Jesús, padre Peter-Hans Kolvenbach, y los cardenales y obispos presentes.
Para el arzobispo de Madrid, Javier "encarnó con una inaudita radicalidad la obediencia al mandato del Señor" y no dudó "un instante cuando su padre, amigo y compañero, Ignacio de Loyola, le pidió que abriera los surcos de la Misión en las otras Indias, las de Oriente, las del inmenso y lejano Continente Asiático".
"No pasará un momento -afirmó- en que la entrega a su vocación, la de anunciar a Jesucristo Salvador del hombre, hubiese decaído lo más mínimo; antes al contrario, se sentía cada vez más confirmado en ella y en la necesidad de que la Iglesia en los países de la vieja cristiandad tomasen conciencia de su urgencia y apremio".
El cardenal Rouco Varela señaló que, en su época de estudiante en París, Javier "lo deja todo por Cristo y se deja conquistar por Ignacio para la empresa apostólica de la naciente 'Compañía de Jesús'", sobre todo "desde aquellos treinta días de Ejercicios Espirituales del mes de septiembre de 1534 en los que cuaja definitivamente su conversión, forjada en la larga y delicada amistad con Ignacio de Loyola".
RECUPERAR 'EL ALMA'
Por otra parte, el arzobispo de Madrid insistió en su homilía en que "es muy importante y urgente recuperar el alma en la vida personal de cada cristiano a la luz de la Buena Noticia de Jesucristo". "Es muy urgente convencer a nuestros contemporáneos de que si se fracasa en los asuntos del alma", se frustra la vida: ya aquí", afirmó.
Asimismo, señaló que no es "menos urgente recordar a la nueva sociedad en España y en Europa que es muy difícil, por no decir imposible, abrir futuros compartidos de vida, de justicia, de solidaridad y de paz, si se olvida la propia alma, la que alienta en las mejores páginas de nuestra historia común".
Por último, el cardenal Rouco Varela recordó la insistencia de Juan Pablo II "en la recuperación de las raíces cristianas de Europa y de España" y "en la necesidad de proyectar el mensaje de Javier en el año del V centenario de su nacimiento hacia una acción misionera en el interior de nuestra sociedad, tan secularizada". En esta línea, destacó que son los jóvenes quienes necesitan recuperar esas raíces cristianas, por lo que "no hay que perder tiempo en su evangelización".
La ceremonia contó además con la presencia de los Reyes, el presidente de la Conferencia Espiscopal Española, monseñor Ricardo Blázquez, los presidentes de La Rioja y Cantabria, once embajadas de España y cuarenta cargos eclesiales.