Carlos Martorell rinde homenaje a los cuidadores de los enfermos de Alzheimer en su nueva novela 'La memoria enjaulada'

Actualizado: miércoles, 19 abril 2006 15:40

BARCELONA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

El escritor, periodista y relaciones públicas Carlos Martorell presentará esta tarde su nueva novela 'La memoria enjaulada', en la que rinde homenaje "a la bondad" y a las personas que cuidan a los enfermos de Alzheimer, según aseguró el autor en una entrevista concedida a Europa Press.

En su libro, Martorell resalta el valor que tiene la entrega sacrificada y desinteresada de las personas que se dedican al cuidado y atención de los enfermos de Alzheimer, ya sean sus familiares como los cuidadores que trabajan en las residencias o en los domicilios.

El escritor sostuvo que, muchas veces, los asistentes sufren una "segunda enfermedad" que califica como "espantosa y estresante" ya que deben entregarse con total dedicación a los enfermos aun sabiendo que no existe esperanza de mejora y que al final sólo está la muerte.

A lo largo de la novela, el autor relata las vivencias del publicista Claudio Labarta, que se halla entre dos mundos, el aburguesado de su tía Alicia, que, aquejada de Alzheimer, desvelará "secretos de familia", y el paraíso libertino de su amigo David, que con su actitud egoísta y desagradecida, revelará el desencanto y la amargura de las relaciones humanas que se desarrollan en los ambientes más frívolos y acomodados.

Claudio es víctima de dos formas distintas del olvido: la involuntaria e inocente de las personas que padecen Alzheimer y la "voluntaria y egoísta de quienes se muestran desagradecidos y con ello parece que olvidan las muestras de generosidad que han recibido de las personas que las aman.

EL AMOR DESINTERESADO VALE LA PENA.

Sin embargo, el relato concluye que la entrega desinteresada y por amor "siempre vale la pena", mientras que, muchas veces, las actitudes egocéntricas sólo conducen a la más insoportable infelicidad.

Martorell aseguró que su libro también trata sobre la soledad como una de las principales características de la sociedad contemporánea y criticó la superficialidad que impera en las relaciones interpersonales.

A modo de ejemplo, el escritor consideró que "es muy triste que la gente se case conociendo mucho los cuerpos pero muy poco las personalidades" por lo que no es de extrañar que "cada cuatro minutos haya un nuevo divorcio" y con ello, nuevos hijos desatendidos y utilizados por sus progenitores como "arma arrojadiza" para discutir.

LOS HIPPIES SOMOS RESPONSABLES.

Martorell, que fue uno de los fundadores de las discotecas ibicenzas Pacha, Amnesia y Ku entre otras, también aseguró que el libro constituye un alegato contra la droga, ya que describe las terribles consecuencias de su consumo.

Él mismo, como miembro de la generación 'hippy' de los '70, reconoce que se siente responsable de la extensa difusión de las drogas y otras formas de "libertinaje" entre la juventud actual. Sin embargo, explicó que los primeros 'hippies' "no teníamos ni idea de las enfermedades que conllevaba el amor libre, ni de los efectos secundarios de la droga, ni de las adicciones".

Martorell, que a los 22 años abandonó su hogar de Barcelona y optó por la vida bohemia de Ibiza, explicó que lo que "le salvó del desastre" fue la "educación" que había recibido de su familia, ya que aunque tuviera ansias de experimentar la libertad absoluta, "sabía perfectamente dónde estaban los límites y supe poner el freno y reciclarme", manifestó.

EL BOTELLÓN DA MIEDO.

El escritor se mostró asustado ante la juventud de hoy en día, ya que "carece de educación" y "confunde la libertad con el libertinaje". En particular se refirió al reciente episodio de 'botellón' juvenil que inundó las principales ciudades españolas. Martorell lamentó especialmente la fiesta alcohólica que se vivió en los campus universitarios ya que "da miedo pensar que esos tienen que llegar a ser los futuros médicos, arquitectos y abogados del país".

Asimismo, Martorell, que lleva casi 40 años dedicado a la promoción de marcas de lujo, como Cartier, Dior, Loewe o Louis Vuitton, criticó la "moda andrajosa" de los "tejanos rotos y sucios" que visten muchos jóvenes y por los que "los Bekhams de turno pagan verdaderas fortunas". El escritor sentenció que esta moda supone "un insulto al pobre vagabundo que viste así porque no tiene otra cosa que ponerse encima".

También se mostró por la falta de educación de los jóvenes de hoy y se lamentó porque "a veces parece incluso que hay que pedir perdón por "hablar sin tacos, ser educado o tener cultura", ya que si no lo haces te conviertes inmediatamente en un facha".

Martorell concluyó que todas estas manifestaciones son indicativos de que nuestra sociedad ha llegado al "medioevo tecnológico", ya que "tenemos todos los medios para ser mejores y cada vez somos peores", manifestó.