MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una nueva encuesta ha dejado aún más claro que el verano es el peor enemigo de las parejas, especialmente en España. En el periodo estival no sólo se registra un incremento de las parejas rotas por el aumento del tiempo compartido, sino que es el momento del año en el que los españoles deciden lanzarse a la piscina, aunque no a la propia. Según un estudio, el 44% de los españoles ha sido infiel a su pareja en verano, perfilándose como principales 'culpables' -ligereza de cascos al margen- las tentaciones de la playa, el tiempo libre y la escasez de ropa. A los que se mantienen fieles, los expertos advierten: el verano no servirá para relanzar unas relaciones sexuales ya estropeadas durante las otras tres estaciones.
Todos los encuestados por Match.com y MSN coinciden en lo mismo, el verano es la mejor época para conocer a nuevas personas y entablar una relación sentimental. De hecho, más de la mitad de los encuestados dice haberse enamorado alguna vez en este periodo del año. Sin embargo, la mayoría (44%) simplemente busca el clásico 'rollito de verano' que les proporcione un rato de placer y una anécdota que contarle a los amigos. No se precisa cuál, pero alguna de estas dos razones anima al 40% de los encuestados a repetir estos 'affairs' verano tras verano.
Pero la principal conclusión del estudio es que al menos el 44% de los españoles ha sido infiel a su pareja, y añade un escalofriante "un año más". Según alegan los encuestados, el tiempo libre, las tentaciones de la playa o la ligereza de ropa son los principales culpables de su infidelidad. Y como buenos españoles, hasta las flechas de Cupido tienen la marca nacional: el lugar preferido de ligoteo, el chiringuito playero, que junto a las discotecas son la opción más señalada (31%) muy por encima del lugar de trabajo o el camping (4%).
Hay otros que prefieren aprovechar el verano para relanzar su relación de pareja, sobre todo en cuanto a sexo se refiere, pensando inocentemente que "la falta de tiempo" o el "estrés" eran los culpables de las grietas en su relación conyugal. Sin embargo, el psicólogo y sexólogo Esteban Cañamares advierte que si las relaciones sexuales no funcionan durante el año, difícilmente lo harán en verano, un hecho que provoca "desilusión y frustración" en los que esperanzados se lanzan a reavivar el fuego de la pareja y "decisiones de divorcio o peticiones de citas al psicólogo".
LAS PAREJAS EN VERANO
Según este experto, en vacaciones, al tener más tiempo, sólo "disfrutan aún más" aquellas parejas "que se llevan bien" porque "tienen buena comunicación y un buen nivel de contacto afectivo y sexual", mientras que "aquellas que se llevaban mal, tenían falta de comunicación, de afecto o de sexo, están todavía peor". Además, entre estas últimas parejas "se ponen en evidencia las contradicciones, la falta de respeto o las dificultades para el reparto de tareas domésticas", problemas que incluso se pueden llegar a agudizar si el periodo estival se comparte con la familia política.
Cañamares explicó que normalmente uno de los dos en discordia acude a la consulta del psicólogo "generalmente el más desesperado", aunque él recomienda que acudan los dos. El sexólogo afirmó que se puede ayudar a la pareja haciendo que cada uno entienda "cómo él y no el otro" contribuye a esa falta de relaciones sexuales o de comunicación y añadió que "ambos, casi siempre, son esclavos de situaciones anteriores", en el sentido de que se enfrentan "a fantasmas del pasado que se reproducen en su relación de pareja".
En este sentido, el psicólogo recomienda a todas las parejas que, después del verano, dialoguen sobre "cómo han salido las vacaciones" y reconozcan "abiertamente" sus dificultades. "Esa charla franca, directa, a corazón abierto, sería la mejor receta", apuntó.