La Catedral del Espíritu Santo en Estambul se engalana para la Misa que el Papa oficiará el viernes

Actualizado: lunes, 27 noviembre 2006 13:24

ESTAMBUL (TURQUIA), 27 Nov. (por Ildefonso González, EUROPA PRESS) -

La Catedral del Espíritu Santo en Estambul empieza a prepararse para la Misa que oficiará el Papa Benedicto XVI el próximo viernes. La actividad era frenética hoy tanto dentro como fuera del edificio, que está siendo perfectamente acondicionado para acoger la celebración litúrgica, el último acto del Pontífice en su viaje oficial a Turquía que comenzará mañana martes en Ankara.

Decenas de trabajadores colocaban desde primera hora de la mañana tiestos con flores y arbolitos de distinto tipo, así como bandas de laurel y un suelo especial, a la entrada de la Catedral. En su interior, probaban el equipo de sonido y colocaban sillas adicionales, ya que normalmente sólo hay 40 bancos repartidos a derecha e izquierda. Todo estaba reluciente y periodistas venidos de todo el mundo sacaban fotografías y grababan imágenes.

La Catedral del Espíritu Santo está dedicada al Papa Benedicto XV, como queda patente en una majestuosa escultura en hierro que recibe al visitante antes de ingresar en la misma. El Pontífice, con semblante serio, parece dirigirse a los fieles con su brazo derecho erguido y las Escrituras en su mano derecha. Debajo de él, una inscripción refleja: "Al Gran Pontífice de la hora trágica mundial, Benedicto XV, Benefactor de los Pueblos, Sin distinción de nacionalidad y de religión, Testimonio de Reconocimiento". El monumento fue inaugurado en 1921, antes de que el Papa falleciera.

Precisamente, el cardenal Joseph Ratzinger tomó su nombre pontifical en homenaje a Benedicto XV (1914-1922), el llamado "Papa de la Paz" en tiempos de la Primera Guerra Mundial en la medida en que procuró la paz y luchó contra los integristas católicos.

Pero la hoy Catedral del Espíritu Santo es también conocida porque el Papa Juan XXIII pasó allí diez años antes de su nombramiento, en 1958, cuando era el cardenal Angelo Giuseppe Roncalli. De hecho, el Estado de Turquía le reconoce como "amigo de los turcos". Juan XXII ha pasado a la historia, no sólo por su tolerancia y optimismo, sino sobre todo por convocar el renovador Concilio Vaticano II.

SEGURIDAD REFORZADA

Mientras, en el exterior de la Catedral, situada en la calle Cumhurriyet, en pleno centro de la parte europea de Estambul, había decenas de policías y un impresionante tanque blindado. También paseaban por las calles más agentes de lo habitual, generalmente en patrulla o en parejas en la azotea de algunos edificios.

Estambul se prepara así para recibir a Benedicto XVI y garantizarle la mejor seguridad posible. La antigua Constantinopla, donde el tráfico ya es caótico de por sí, estará toda la semana repleta de policías y soldados y se hará muy difícil circular por sus calles, muchas de las cuáles serán cortadas. De hecho, el alcalde de la ciudad, Kadir Topbas, que curiosamente no coincidirá con el Pontífice en Estambul por encontrarse en Bruselas, ha pedido a los ciudadanos que eviten tomar sus vehículos en los próximos días.