CdC.- Forster afirma que Galicia cuenta con un proyecto "único" en España y Europa que debe afrontarse con "ambición"

Actualizado: jueves, 15 noviembre 2007 16:30

Advierte a los políticos que custodian un proyecto que debe atraer y que da a la comunidad una ocasión para ser emprendedora en la cultura

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

El experto en arquitectura y uno de los miembros del concurso internacional de ideas que escogió el diseño de Peter Eisenman como proyecto para la Cidade da Cultura (CdC), el suizo Kurt W. Forster, constató hoy que Galicia y, en concreto, Santiago de Compostela dispone de una infraestructura "única" en España y Europa cuya construcción y dotación de contenidos debe afrontarse con "ambición" y "entusiasmo" para que atraiga al mayor número de visitantes.

Forster, quien en 2004 fue director de la Bienal de Arquitectura de Venecia (Italia), compareció hoy en la Comisión de Investigación sobre la Cidade da Cultura y reconoció que le parece "poco usual" que se le cite "ocho años después" de su participación en el jurado del concurso internacional de ideas, que definió como un proceso "transparente y libre" del que salió "una propuesta" para un proyecto arquitectónico y cultural que coloque a Santiago de Compostela "en el mapa del siglo XXI".

Tras recordar que hubo "casi unanimidad" y opinar que "una única voz" discrepante --la de Wilfried Wang-- no debería "oscurecer" a la mayoría, este experto apuntó la dificultad de encontrar una obra similar a comparar con la CdC y constató que "hay pocas ciudades que pueden poner una corona cultural de este tipo", en alusión a Santiago de Compostela y el complejo en construcción en el Monte Gaiás y llamado a "ser referente artístico" y a expandir la "importancia" de la ciudad del Apóstol.

Recordó a los políticos gallegos que "custodian" de un proyecto "único" en España y en Europa, del que resaltó su carácter "excepcional" y "grandioso" que entiende pensado "para las generaciones futuras". También admitió "compartir sus preocupaciones" referidas a la naturaleza del proyecto, así como las cuestiones económicas y culturales, pero les pidió que sean "ambiciosos" para poner en marcha la CdC "con imaginación y entusiasmo".

"DIMENSIÓN INCONTROLABLE".

Forster agradeció que el estar en Santiago le permite comprobar la evolución del proyecto elegido en su día. Advirtió de que el jurado del concurso de ideas, que se reunió en agosto de 1999, "no estaba en situación de poder predecir ni organizar los pasos a dar". Defendió la elección del diseño de Peter Eisenman y constató que Santiago de Compostela es "la única ciudad del mundo con un proyecto semejante".

Este especialista en arquitectura reconoció la necesidad de que en este tipo de infraestructuras exista planificación, pero también apuntó que los proyectos de estas característica "tienen una dimensión que es incontrolable". No obstante, coincidió con otros comparecientes y con el PSdeG y el BNG en que los arquitectos "no tienen que tener carta blanca" a la hora de disponer de recursos para afrontar sus proyectos y que es el cliente --en este caso la Administración gallega-- el que debe velar por contar con el tamaño correcto y evitar riesgos.

NO DEBE SER UNA NECRÓPOLIS.

Ante las alusiones de los grupos políticos respecto al impremento de la superficie inicialmente prevista para el complejo con su repercusión en el coste, este experto advirtió del "riesgo" que supone no hacer los cambios que sean necesarios para darle forma a una idea. También llamó la atención de que "nadie quiere una necrópolis" y recalcó que la CdC debe ser "una ciudad dinámica y vigorosa de la cultura en general", además de considerar que será un nuevo centro de peregrinaciones como lo es ya Santiago de Compostela.

Por ello, Forster constató que, junto a la vertiente arquitectónica del proyecto, hay que ser conscientes de que la organización de eventos culturales requiere de infraestructura tecnológica y que se debe "unir a las personas más significativas de las distintas disciplinas". "Hay que invertir en edificios y en las actividades a desarrollar", aseveró.

Se mostró convencido de que el complejo del Monte Gaiás puede ser "rentable", aunque admitió la posibilidad de que no lo sean todos los edificios. Recalcó que la CdC es "una oportunidad auténtica" para que Galicia "sea emprendedora en el ámbito cultural y no sólo administradora". En este contexto, defendió la necesidad de buscar la participación de personas capaces de dar ideas y ser creativas.

MIRAR AL FUTURO.

Este profesor de arquitectura aprovechó la ocasión para transmitir a los representantes del BNG, PSdeG y PPdeG que en su opinión las preguntas centrales en torno a la CdC no están en ver lo que sucedió en el pasado, sino en dar respuestas a lo que va a ocurrir en el futuro, en cuestiones como el mantenimiento del complejo y su financiación.

"Espero que encuentren el coraje de pensar en esa escala --en el futuro-- y estén convencidos de que tienen algo único y excepcional", recomendó Forster, frente a las "preocupaciones" por lo que ya ha sido afrontado. En su opinión, Galicia es como una familia con un hijo superdotado, "que tiene que sufrir los costes y las lágrimas" pero cuenta con algo "con un talento especial".

Ante el recordatorio hecho por el portavoz del PP en la comisión, Ignació López-Chavez, sobre que Wilfried Wang señaló que todos los miembros del jurado salvo él mismo tenían "miedo", Kurt W. Forster consideró "interesante" que una persona joven diga que es valiente, pero dijo "no creer que fue el único que no tuviese miedo". Reiteró que el jurado tomó su dirección "reconociendo la calidad y la complejidad del proyecto".

López Chaves volvió hoy a denunciar la "conversión" de socialistas y nacinalistas, ya que recordó que cuando compareció Wang y "habló mal" de la Cidade da Cultura le hicieron los coros y hoy cambiaron sus opiniones. Xosé Ramón Paz Antón (BNG) y Concepción Burgo (PSdeG) insistieron hoy en que no cuestionan la decisión del jurado ni la calidad del proyecto de Eisenman y repocharon la "crítica gratuita" que hace el PP sobre sus consideraciones encaminadas a comprobar la "mala gestión" realizada por el anterior gobierno del PP.