Comienza el juicio contra el presunto asesino de una menor en Tenerife

Actualizado: martes, 12 mayo 2009 19:30

Un testigo dice haber oído a la chica gritar pidiendo ayuda y el acusado lo niega

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 12 May. (EUROPA PRESS) -

El juicio contra Héctor F.F.G., presunto asesino de Fernanda F.U., de 15 años de edad, ha comenzado esta mañana en la Sala Nº12 de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, después de haber sido aplazado en el día de ayer por indisposición de la defensa del acusado.

Los hechos enjuiciados tuvieron lugar el 26 de julio de 2007 en El Fraile, en el municipio de Arona. Ese día, sobre las 22.00 horas, el acusado se ofreció a llevar a la menor en su vehículo cuando esta caminaba hacia su casa por un camino de tierra en la citada localidad. Según la narración de los hechos que expone el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación, el imputado recogió a la joven junto a una gasolinera, y tras rechazar ésta las proposiciones de mantener una relación sexual y comenzar a gritar, el acusado supuestamente la golpeó en la cabeza y la dejó inconsciente, enterrándola posteriormente en un barranco.

Por tales motivos, la Fiscalía solicita la pena de 25 años de prisión por un asesinato con ensañamiento y una indemnización a los padres de la víctima por los daños morales causados por valor de 300.000 euros. Mientras, la defensa de Héctor F.F.G. pide una condena de 5 años por homicidio con los atenuantes de arrebato, confesión y dilaciones indebidas.

Héctor F.G.G, propietario de un todoterreno marca Dodge de color azul marino en el que sucedieron los hechos, contó que entró en una pista de tierra de la zona de El Fraile entre las 21.15 y 21.30 horas, donde vio a Fernanda F.U. caminando sola. "Fue entonces cuando paré y me ofrecí a llevarla porque íbamos en la misma dirección. En un principio, ella me dijo que no pero luego accedió. Cuando se subió, me dijo que me conocía pero yo no la reconocía. A continuación, seguimos hablando y yo malinterpreté su forma de hablar, una forma coqueta, por lo que le ofrecí mantener relaciones, a lo que ella se negó, aludiendo que tenía novio. Yo le dije que si estaba segura, a lo que me respondió diciendo que me iba a denunciar a la Guardia Civil y que se lo iba a contar a mi mujer y a mi familia", agregó.

Ante esto, el acusado relató que rodeó a la víctima con su brazo por el cuello y le tapó la boca diciéndole que se callara, quedando inconsciente. Entonces, la puso en el hueco del asiento del acompañante, dio la vuelta e intentó dejarla en otro sitio.

A continuación, explicó cómo siguió circulando hasta un camino que conduce a un camping de la zona con la intención de dejar allí el cuerpo, pero al ver a una persona, dio la vuelta en dirección al lugar donde días después fue encontrada a la víctima. "Abrí la puerta del coche, la empujé y la arrojé a un barranco pero no la golpeé con una piedra en la cabeza, sino que arrojé piedras para tapar el cuerpo", declaró. Seguidamente, contó que cogió el coche y se fui a una gasolinera donde intentó limpiar el coche y se fue a casa.

Al día siguiente, hacia las 12.00 horas, y al ver el dispositivo que había montado la Policía, dijo haberse asustado, por lo que decidió ocultar el cuerpo de nuevo, arrojándolo en otro barranco a unos 15 metros de distancia de donde había dejado a la víctima la noche anterior, donde lo enterró y lo tapó con matorrales. Finalmente, tras ser detenido, y después de las declaraciones de varios testigos, el acusado reconoció los hechos e informó a la Policía dónde había se encontraba el cuerpo de Fernanda.

"UN COCHE GRANDE Y RÁPIDO"

Uno de los testigos recordó cómo la noche del 26 de julio se encontraba en una gasolinera con su padre cuando vio a una chica "con un mechón rubio" que le llamó la atención y que se metió una pista de tierra. A los cinco minutos, dijo haber visto pasar un vehículo "grande que pasó bastante rápido" en dirección a la pista. Al día siguiente, el testigo relató cómo su padre le contó que una chica había desaparecido, por lo que pensó que podía ser la misma que había visto la noche anterior. "Era mucha casualidad ver la chica y cinco minutos después un coche muy rápido entrando en la pista", declaró.

Asimismo, otro de los testigos contó haber visto la furgoneta del acusado hacia las 21.30. "Estaba corriendo por la pista de tierra y vi una furgoneta azul marca Dodge delante de mí que se paró y dio marcha atrás, por lo que me hice al lado izquierdo para que no me atropellase". "Al día siguiente, --agregó-- volví a ver la furgoneta, por lo que paré a dos patrullas de la Guardia Civil y fuimos juntos a verla juntos".

Finalmente, un tercer testigo reconoció haber visto el vehículo cuando regresaba a su casa hacia las 21.50 horas y escuchar a una chica que gritó dos veces "ayúdame, me va a matar", por lo que decidió llamar en ese momento al 112 para relatar los hechos y al día siguiente se presentó ante la Guardia Civil para contar lo ocurrido.