Condenan a once años de prisión al maltratador que prendió fuego al domicilio conyugal en Sevilla

Actualizado: viernes, 7 agosto 2009 16:01

SEVILLA, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

A.D.G., de 44 años de edad y con antecedentes penales, ha sido condenado a once años de prisión por maltratar a su esposa --R.N.A.-- y prender fuego a la vivienda conyugal "con la finalidad de perjudicar" a su pareja, afectando este fuego a otros 14 pisos. Por estos hechos se les considera culpables de sendos delitos de maltrato habitual, amenazas graves, lesiones y un delito de incendio.

Según la sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla, a la que ha tenido acceso Europa Press, se especifica que el acusado cumplirá en prisión un total de siete años por el delito de incendio; dos años y tres meses por un delito de maltrato habitual, un año y tres meses por amenazas graves y seis meses de cárcel por las lesiones psíquicas producidas a su pareja, lo que hace un total de once años frente a los 21 que solicitaba en un principio el Ministerio Público.

En este sentido, la vista oral se celebró el pasado 14 de julio donde la Fiscalía y las distintas partes personadas en el proceso llegaron a un acuerdo por el que el procesado ha sido condenado a once años de prisión.

Durante la celebración del juicio, A.D.G. aceptó haber propinado a su entonces esposa "un trato vejatorio continuo", que incluye insultos, amenazas y la realización de pintadas en la vivienda conyugal. Asimismo, admitió que el 13 de diciembre de 2007 prendió fuego a la vivienda conyugal, situada en un bloque de cinco plantas, aunque aseveró que lo hizo bajo los efectos de la droga.

Asimismo, el procesado ha sido condenado al pago de una indemnización a su ex mujer de 86.350 euros, además de los pagos por daños a los vecinos del bloque siniestrado, que ascienden a la cuantía de 11.970 euros y que según manifiesta el escrito se deberán descontar a la sumas satisfechas a los perjudicados que la aseguradora cedió una vez ocurrido los hechos.

Según relató el Ministerio Público en su escrito de acusación, consultado por Europa Press, desde el inicio de la vida conyugal el imputado dio muestras "de un carácter violento, agresivo y celoso", ya que "sometía a su esposa a un férreo control, hasta el punto de tener que pedirle permiso para cualquier actividad".

Así, señala que los insultos "eran habituales y frecuentes", añadiendo que, cuando se enfadaba al ser contrariado por su pareja, el acusado "acostumbraba a dar puñetazos en los muebles y romper objetos con furia", lo que provocó que su pareja decidiera poner fin a su relación y abandonara el domicilio familiar.

En este sentido, indica que sobre las 23,30 horas del día 28 de agosto de 2007, el procesado telefoneó a R.N.A. preguntándole a qué hora pensaba regresar a casa, respondiendo ella que no tenía propósito de volver por cuanto "no podía soportar la situación en la que estaba viviendo".

PINTADAS Y ROTURA DE MUEBLES, PAREDES Y PUERTAS

Instantes después, el encartado se dirigió a una calle de Mairena del Aljarafe donde sabía que se encontraba su pareja y se dirigió a la misma "de forma agresiva para que subiera al coche". No obstante, no logró su propósito ya que mediaron el hermano de su esposa y el pastor de la Iglesia Evangélica de la que acababan de salir todos.

Acto seguido, el acusado "sacó de entre sus ropas un cuchillo de unos 30 centímetros y comenzó a perseguir" a R.N.A., aunque el pastor evangélico logró detenerlo. Por ello, se dictó un auto prohibiendo al procesado aproximarse y comunicar con su esposa. Asimismo, en los días previos al 13 de diciembre de 2007 "y con la finalidad de perjudicar a R.N.A.", el encartado rompió muebles, paredes y puertas y llenó la vivienda de pintadas.

Finalmente, el 13 de diciembre de 2007 prendió fuego a la vivienda conyugal, situada en un bloque de cinco plantas, como consecuencia del cual el citado inmueble resultó totalmente destruido, mientras que el fuego y el humo dañaron a un total de 14 pisos.

Por estos hechos, el Ministerio Público pide para el acusado 17 años de prisión por un presunto delito de incendio; dos años y seis meses por maltrato, y dos años por amenazas, así como el pago de una indemnización de 96.000 euros para todas las personas afectadas por el incendio.