Decenas de personas proclaman en Madrid el legado del Papa de entrega a los demás

Actualizado: domingo, 2 abril 2006 20:34


MADRID, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

Varias decenas de personas se reunieron hoy en la madrileña plaza de Colón para proclamar y recordar el legado del Papa Juan Pablo II de entrega y dedicación a los demás en el primer aniversario de su muerte, convocados por la Coordinadora Juvenil Corazonada precisamente en el mismo lugar donde en mayo de 2002 estuvo el Papa en su último viaje oficial a España.

Familias enteras, clérigos y especialmente jóvenes, el grupo más numeroso, acudieron a la cita de homenaje con banderas españolas y vaticanas y varias pancartas en las que se podía leer el mensaje que Juan Pablo II más repitió a los jóvenes largo de su papado: 'No tengáis miedo'.

Durante el acto de recuerdo, que comenzó alrededor de las 12,30 horas y contó con el testimonio de cuatro jóvenes sobre sus experiencias y vivencias con el Papa, se pudieron escuchar diversos cánticos como 'Juan Pablo II te quiere todo el mundo' o 'Esta es la juventud del Papa', así como algunos 'vivas' al Papa Juan Pablo II y Benedicto XVI.

El primero en tomar la palabra fue un joven de 27 años, José Miguel Mohedano, que comenzó su discurso agradeciendo a Juan Pablo II su entrega y generosidad a los demás, y asegurando que fue un "ejemplo vivo" de Cristo y un "santo" que hasta el final siguió el mandato de Dios. "Fue un católico con mayúsculas y nos ayudó a amar más a María", indicó entre los aplausos del público congregado.

José Miguel, que afirmó que Juan Pablo II fue el papa de su vida, comparó su figura con la del Cid Campeador por su poder de congregación, de seguimiento y de convocatoria alrededor de su persona y de su fe incondicional a Cristo.

Otro de los jóvenes que participó en el acto de homenaje fue Diego Poole, que contó cómo gracias a su afición de payaso tuvo la ocasión de hacer reír al Santo Padre en numerosas ocasiones, y confió en que ahora, desde el Cielo, también siga sonriendo.

"Los cristianos fieles son la luz del mundo, defienden la vida, el culto a Dios, la educación, la familia, la ayuda a los más pobres y la compañía a los que están solos", reiteró Diego, tras indicar que Juan Pablo II trasladó a todos los jóvenes la idea de que "si no hubiera santos en la tierra, el mundo sería la antesala del infierno".

JUAN PABLO II: "CORAZÓN DE LA IGLESIA".

Por su parte, Pía Becerra, una argentina de 23 años, agradeció a Juan Pablo II su "cercanía y experiencia" y haber sido "el corazón de la Iglesia". Esta joven aseguró que fue capaz de "enamorar" a muchos otros jóvenes y trasladarles el mensaje de ser los "santos del tercer milenio".

"Cuando vino a España nos dijo que era tierra de María, tierra evangelizada. Hoy mismo, una vez más, España tiene que volver a ser la tierra de María y nosotros debemos recristianizar a toda Europa", añadió entre aplausos del público.

Igualmente, Ana Rodríguez aseguró que los jóvenes de entre 20 y 30 años son los "jóvenes del Papa Juan Pablo II" y que, por ello, tienen que trasladar su legado y mensaje por todo el mundo, tal y como él hizo a lo largo de toda su vida.

"Lo nuestro es movernos mientras tengamos vida para defender el mensaje de Cristo, Juan Pablo II jamás se bajó de la Cruz y así nos dijo a nosotros que hiciéramos", subrayó.

Tras los testimonios de los cuatro jóvenes, el acto concluyó con el rezo de la Salve y previamente con un pequeño discurso de Francisco González, miembro de la Coordinadora Corazonada. En él animó a todos los jóvenes a que "frente la apatía, muestren entrega y generosidad; frente al inmovilismo, solidaridad, y frente a la amargura, confianza en Jesucristo". "Estos son nuestros andamios, nuestro bastón es la Virgen María", concluyó.