El Defensor del Menor admite que los últimos casos de acoso pueden evidenciar la incapacidad para detectar este problema

Actualizado: viernes, 6 octubre 2006 17:05


MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

El defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, reconoció hoy que los últimos acontecimientos de acoso escolar que han saltado a la opinión pública, "pueden evidenciar" la incapacidad de las instituciones, colegios y padres para "detectar el acoso" y la ausencia de "protocolos establecidos para abordar el tema".

En declaraciones a Europa Press, rechazó que sea necesario un cambio de legislación ya que ésta es "clara", y abogó por implicar a todos los actores relacionados con este tema para detectar los casos con anterioridad y para abordarlos adecuadamente.

En este sentido, recordó que para afrontar este problema hay muchas partes implicadas además de la comunidad educativa como los defensores del pueblo autonómicos o la propia Fiscalía, institución "que puede abordar el acoso escolar desde la figura penal del artículo 175 del Código Penal donde se recoge el trato degradante a las personas".

Asimismo, destacó la importancia del papel que deben jugar los padres a la hora de "educar previamente a los hijos en los valores del compañerismo y la amistad" y para mentalizar a sus hijos de que "superen la ley del silencio", que en su opinión "está muy arraigada", que les lleva a pensar que si informan de los malos tratos a padres y profesores, "son delatores".

SINTOMAS PARA DETECTAR EL ACOSO

El defensor del Menor aseguró que "para poder conocer que existe el acoso, hay muchos síntomas" que son fáciles de detectar si los padres están "atentos" y conocen a sus hijos. En este sentido, afirmó que se debe sospechar que el hijo es víctima de acoso escolar si cambia su comportamiento, parece triste, no dice por qué razón falta al colegio, da malas excusas o simula enfermedades.

Por otro lado, si el hijo es displicente con los demás miembros de la familia, justifica la violencia, la relación con sus amigos está basada en la sumisión de los mismos o tiene objetos que no sabe explicar su procedencia, es posible que sea agresor.

A este respecto, Morgades se mostró preocupado por un fenómeno muy extendido como es "la negativa de los padres de niños agresores a reconocer la situación de sus hijos" cuando lo que se debería hacer es ponerse a trabajar para solucionar este tema en cuanto el centro educativo da información a los padres sobre la existencia de agresiones.

"La conducta más extendida es no aceptar esto y pensar que nuestro hijo lo que tiene es una gran personalidad y que si le tratamos de agresor, dañaremos su autoestima", agregó Morgades.

150.000 AFECTADOS

Por último, el defensor del Menor se refirió al estudio que pretende llevar a cabo el Ministerio de Educación para abordar con cifras correctas el acoso escolar y aseguró que éste es un problema que afecta sólo en Madrid a 20.000 menores aproximadamente, cifra que asciende a los 150.000 si tenemos en cuenta todo el territorio nacional.

En este sentido, apuntó que este diagnóstico "es necesario porque hay datos" pero son muy "dispares", si bien todos ellos coinciden en señalar que un 4 por ciento de la población escolar sufre acoso, especialmente "entre los 11 y 14 años".

Por último, hizo hincapié en la importancia de saber definir lo que es exactamente acoso escolar, ya que en su opinión hay que "saber diferenciar" los insultos o vejaciones concretas con lo que es propiamente "acoso escolar como agresión reiterada".