MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, afirmó hoy que el fenómeno de la inmigración es "imposible de controlar" de forma absoluta y aseguró que "no hay fuerza institucional en el seno de la Unión Europea" que pueda controlar las avalanchas de 'sin papeles' que España soporta.
Segura reiteró, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, que las sucesivas avalanchas de inmigrantes que intentan entrar en Europa a través de España son culpa de los gobiernos de los países de origen de esos 'sin papeles', entre los que citó a Senegal, Malí, Sierra Leona, Gambia y Níger, que calificó como "incapaces de darle solución a los problemas de convivencia" de sus ciudadanos.
"No falla el Gobierno de España --insistió-- Falla el Gobierno de unos países que en efecto están demostrando una notable incapacidad para dar posibilidades de desarrollo a los jóvenes en su tierra, que se ven obligados a buscar otros horizontes".
En este sentido, indicó que las medidas anunciadas por el Ejecutivo para combatir la inmigración están siendo "positivas", pero señaló que el fenómeno de la inmigración es "tan intenso", que es "imposible de controlar".
Segura puso como ejemplo que el satélite que el Gobierno alquilará para detectar las pateras servirá para "incrementar los sistemas de control" y "estar en mejores condiciones" para asistir a sus ocupantes. "Pero ello no va a impedir el que salgan de los países de origen" esos ciudadanos, matizó. "La responsabilidad es del Gobierno de esos países", remarcó.
NO HAY PRUEBAS DE BARCOS NODRIZA
Preguntado por la posibilidad de que existan 'barcos nodriza' que trasladen a inmigrantes a las islas, Segura aseveró que "no hay ninguna constancia" de este extremo, según la información de la que disponen la Policía, la Guardia Civil y los servicios de inteligencia.
El delegado del Gobierno cifró en más de 1.400 los inmigrantes llegados al archipiélago canario en lo que va de mes, por lo que calificó la situación de "emergencia". "Es algo que no había ocurrido nunca", admitió y esperó que "la actividad intensa que el Gobierno de España viene desplegando desde la perspectiva diplomática, intentando convencer a los países de origen que acepten el retorno de sus ciudadanos, dé resultado".
