Diócesis españolas no ven "problema" en que las niñas sean monaguillas

Actualizado: sábado, 7 febrero 2015 10:12

MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

Cientos de niños y niñas españoles ayudan cada domingo en la misa de su parroquia como "monaguillos" y "monaguillas", una dinámica que lleva años realizándose "con total normalidad", según han explicado a Europa Press desde varias diócesis españolas que no ven "problema" en que las niñas sirvan en el altar.

La pregunta sobre si las niñas deben o no ser monaguillas surge a partir de la decisión de un sacerdote de San Francisco (EE.UU.), Joseph Illo, que decidió hace dos meses que las niñas no podrán servir en su iglesia 'Star of the Sea' como monaguillas porque considera que el servicio en el altar va intrínsecamente ligado al sacerdocio.

El padre Illo asegura en su blog --'www.frilloblog.com'-- que ha adoptado esta política de monaguillos basándose en las normas de la Iglesia católica, concretamente, en una directiva de la Congregación para el Culto Divino que, según apunta el sacerdote, dice que un obispo "no necesita que los sacerdotes de las diócesis requieran el servicio en el altar de las mujeres, porque siempre es apropiado seguir la noble tradición de tener chicos en el altar".

"El servicio en el altar está ligado intrínsecamente al sacerdocio y sirve como un salto hacia el seminario. Si la Iglesia Católica ordenara mujeres, las monaguillas tendrían sentido, pero el sacerdocio es un carisma masculino. Con riesgo de generalizar, sospecho que los jóvenes pueden distraerse del sacrificio de la Misa si sirven junto a ellos niñas", explica, al tiempo que apunta que ha recibido la bendición del arzobispo Salvatore Cordileone.

Esta parroquia de San Francisco no es la primera de EE.UU. que cambia su política de monaguillos pues en agosto de 2011, en la diócesis de Phoenix, el padre John Lankeit, de la Catedral de San Simon y Jude, decidió poner en marcha dos programas diferenciados, uno para niños que sirvieran en el altar y otro para niñas como sacristanas. Lankeit citaba como ejemplo a las diócesis estadounidenses de Lincoln (Nebraska) y Ann Arbor (Michigan) donde la limitación del servicio en el altar a los chicos había generado muchas vocaciones.

Mientras, en España, desde el arzobispado de Zaragoza recuerdan que la Instrucción 'Redemptionis Sacramentum' de la Congregación del Vaticano para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de 2004, aclara que es "muy loable" que se conserve la costumbre de que niños o jóvenes sean "monaguillos" y puntualiza que "a esta clase de servicio al altar pueden ser admitidas niñas o mujeres, según el juicio del obispo diocesano y observando las normas establecidas".

En esta línea, diócesis españolas como las de Huelva, Gerona o Astorga no se plantean un debate sobre este tema porque no ven "problema alguno" en esta tradición de que niños y niñas sirvan a su parroquia como monaguillos. También desde Getafe explican que los párrocos se rigen por la costumbre.

EL OBISPO DE ASTORGA LO VE "POSITIVO"

Así, el obispo de Astorga, monseñor Camilo Lorenzo Iglesias, ve "positivo" que las niñas colaboren también de esta manera en la Iglesia diocesana. Precisamente, desde la diócesis de Astorga afirman a Europa Press que en las distintas parroquias "hay monaguillos y monaguillas", es decir, que "las niñas también ayudan en sus respectivas parroquias a los sacerdotes en la celebración de la Eucaristía".

Por su parte, desde la diócesis de Gerona han explicado que en muchas de sus parroquias "tanto niños como niñas" ejercen de monaguillos y monaguillas pues se trata de una dinámica que se da "con total normalidad y naturalidad" y que "responde a la realidad misma de cada una de las comunidades parroquiales".

En este sentido, la Conferencia Episcopal Española ha explicado a Europa Press que no tiene nada que objetar a lo que cada diócesis decida sobre los monaguillos ya que es su competencia.

20 AÑOS DE MONAGUILLAS

Las niñas pueden ser monaguillas desde hace 20 años y es una decisión que se deja en manos del obispo de cada diócesis. Así lo explica un documento de 1994 firmado por el entonces prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Javierre Ortas, en el que se clarifican ciertos aspectos del canon 230.2 del Código de Derecho Canónico, referente a las funciones de los laicos en las celebraciones litúrgicas.

En este texto, el Vaticano señala que "si un obispo permite que, por particulares razones, la mujer sirva en el altar, esta decisión debe ser explicada a los fieles". Además, apunta que "los laicos, sean hombres o mujeres", pueden realizar estos servicios litúrgicos --leer, dar la comunión-- si así lo estima oportuno el prelado.

Más reciente es la Instrucción 'Redemptionis Sacramentum' de 2004, en la que el Vaticano subraya que para ser monaguillo "pueden ser admitidas niñas o mujeres, según el juicio del obispo diocesano y observando las normas establecidas".

El Papa Juan Pablo II fue el primer Pontífice que fue ayudado por cuatro monaguillas en 1995 en una parroquia romana.

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