El domingo se celebra la Jornada Anual Pro Templos, en al que pide ayuda para conservar y construir nuevas iglesias

SANTANDER, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Diócesis de Santander celebrará este domingo, día 9, la Jornada Anual Pro Templos con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de mantener y conservar los edificios y espacios religiosos de la Iglesia. Durante este fin de semana, y mediante una colecta especial realizada en todas las parroquias cántabras, se pedirá la colaboración económica de todos los fieles en la medida de sus posibilidades.

La jornada, que este año se desarrollará bajo el lema 'El templo: lugar donde la comunidad cristiana celebra su fe', recogió el año pasado un total 70.316 euros.

Según el Obispado, son "cuantiosos" los gastos originados por la rehabilitación, conservación y restauración de las iglesias de la Diócesis. Además se han iniciado nuevas construcciones, como la de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Nueva Montaña, cuya primera piedra se colocó el 29 de junio y que tiene un presupuesto que supera los dos millones de euros sufragados, en solitario, por el Obispado.

En la Diócesis (Cantabria y Valle de Mena) existen en total 1.239 edificios religiosos. De esta cifra, 615 son templos parroquiales, otros 106 son lugares de culto y los 518 restantes son ermitas. Sólo en la comarca de Valderredible hay abiertas 53 iglesias para atender a unos mil habitantes.

CARTA PASTORAL

El obispo de Santander, Vicente Jiménez, ha escrito una Carta Pastoral en la que destaca la relevancia de esta jornada, que trata de "crear conciencia comunitaria entre todos" y de resaltar "la importancia del templo en nuestra vida cristiana". "Nada define mejor las señas de identidad de un pueblo que su templo, iglesia o ermita", aseguró el prelado.

El obispo recordó que "hoy las necesidades superan nuestras posibilidades", ya que hay que reparar "numerosos templos" y, sobre todo, "acometer la construcción" de la nueva iglesia de Nueva Montaña para "dar respuesta a una necesidad real". Pero con el esfuerzo "de todos" se pueden afrontar las obras de construcción, rehabilitación y de restauración, apostilló.

Además, señaló que los datos reflejan "el esfuerzo constante de nuestra Iglesia Diocesana en obras". Las subvenciones de los organismos públicos y de las entidades privadas son "una importante ayuda justificada" porque el templo, además de la "esencial y originaria" finalidad religiosa y litúrgica, tiene también una "función social y cultural" para el pueblo y es un patrimonio que "hay que proteger y promover".

Por ello el obispo agradeció "las subvenciones de los organismos públicos, de las entidades privadas y de todos los fieles de la Diócesis". Jiménez dirigió su petición de ayuda para la Jornada Pro Templos a los fieles residentes "durante el año" en la Diócesis, pero también "a los diocesanos ausentes, que regresan a la ciudad y a sus pueblos para descansar en el verano".

Por su parte, el vicario de Asuntos Económicos de la Diócesis, José Oláiz, explicó que las nuevas iglesias ya levantadas en espacios urbanos "demandan locales complementarios destinados al encuentro y a la formación de los fieles", tales como bibliotecas, salas de reunión, de recreo, e incluso, de ámbito deportivo.