BARCELONA, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Dos personas fallecieron y otras 18 sufren heridas de diferente consideración, tres de ellas graves, a consecuencia de la explosión de gas que se produjo a las 6.30 horas de la mañana frente al número 66 de la Rambla Fondo de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), según la consellera de Interior, Montserrat Tura.
Los fallecidos son un operario de Gas Natural, de 28 años, que trabajaba en la calle frente al citado edificio en la reparación de una fuga de gas junto a efectivos de los Bomberos de la Generalitat y una vecina del inmueble, de 26 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado pasadas las 10 horas durante los trabajos de desescombro del edificio.
Los tres heridos graves se encuentran ingresados en el Hospital de la Vall d'Hebron (Barcelona). Uno de ellos es un bombero que trabajaba en la calle junto al operario fallecido, así como otro trabajador de la compañía del gas, que sufre quemaduras en el 25% de su cuerpo. La tercera persona herida es la madre de la joven fallecida, de 66 años, y sufre quemaduras en el 50% del cuerpo.
El resto de heridos están siendo atendidos en los centros hospitalarios de la Vall d'Hebron, Esperit Sant, Municipal de Badalona y Germans Trias i Pujol. La mayoría de ellos son vecinos del inmueble ubicado en el número 66 de la Rambla Fondo, aunque también hay un bombero. Además, se atendió a otras 27 personas.
21 FAMILIAS AFECTADAS
En total, hay 21 familias afectadas por la explosión, ya sea con heridas o por que han tenido que abandonar sus casas a consecuencia de la explosión. Los desalojados se encuentran en el Centre Cívic de Santa Coloma-Fondo y el ayuntamiento y la empresa pública Adigsa ya están trabajando para realojarlos en viviendas propiedad de Adigsa, sea en Badalona o Barcelona.
El edificio se desescombrará por completo para determinar exactamente el origen de la explosión, pero no se busca a nadie más entre las ruinas. Según la consellera, la estructura del edificio está muy afectada y los técnicos están evaluado si se derrumba del todo, ya que la fachada posterior está desprendida a consecuencia de la explosión.
Por su parte, el inmueble del número 68 presenta la pared de carga muy afectada y se tendrán que realizar reparaciones importantes.
También sufren desperfectos el número 64 y una vivienda del Passatge Sant Lluís.
Según explicó la consellera, sobre las 5.15 horas, un trabajador del Metro llamó a los Mossos d'Esquadra alertando de que algunos pasajeros habían advertido de una fuerte olor a gas en la calle, lo que hizo activar el dispositivo de urgencias de las compañías de gas y agua y a los Bomberos.
Una vez en el lugar, se comprobó que había una fuga de gas y agua en las canalizaciones exteriores al edificio situado en el número 66 de la Rambla Fondo, por lo que se procedió a cortar los suministros.
Según Tura, cuando se estaba midiendo la concentración de gas en el edificio, sobre las 6.30 horas se produjo la explosión, probablemente a causa de una acumulación de gas en las conducciones del subsuelo del edificio.
EXPLOSIÓN ANORMAL SIN VINCULACIÓN CON LAS OBRAS DEL METRO
La consellera explicó que no se había desalojado el edificio porque se estaba tratando una fuga de gas en la calle, en una conducción "urbana y normal", y siguiendo el protocolo habitual se había acordonado la zona. Inicialmente, la única dificultad técnica era la coincidencia de las tuberías de agua y gas y se estaba procediendo a cortar el suministro de agua para hacer lo propio a continuación con el gas.
Según Tura, "si se hubiera tenido la percepción de que había un riesgo elevado, se habría desalojado previamente, no el edificio, sino incluso todo el barrio". Para la consellera, se trata de una explosión que "se ha comportado anormalmente" y defendió el trabajo de los operarios de la compañía del gas, que "estaban donde tenían que estar".
En este sentido, señaló que para conocer las causas concretas del siniestro se requerirá la intervención de los expertos e incluso de la policía científica. En cualquier caso, se descarta absolutamente cualquier tipo de vinculación con las obras del la Línea 9 del Metro.
Tura señaló que se trata de una situación de "crisis aguda", en la que hay "familias destrozadas y vecinos con crisis de ansiedad que han visto cómo saltaban de la cama a consecuencia de la explosión".
Uno de los vecinos del Passatge Sant Lluís, Alfonso Carrillo, explicó a Europa Press, la "situación esperpéntica" provocada por la explosión con "gente gritando en los balcones" y vecinos corriendo en pijama por la calle.
Carrillo admitió que "si se hubiera sabido el peligro que corríamos la gente no habría estado en la cama durmiendo" pero descartó hablar de negligencia, ya que siendo uno de los fallecidos un operario del gas, éste "habría sido el primer interesado en salir de ahí" si hubiera conocido el peligro.