Empresas de bebidas creen que antes de la entrada en vigor de la Ley Antibotellón deberían haberse definido alternativas

Consideran que "prohibir por prohibir es provocar a los jóvenes para cometer una ilegalidad"

Europa Press Sociedad
Actualizado: sábado, 2 diciembre 2006 11:58

SEVILLA, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

El director general de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), Jaime Gil Robles, valoró la puesta en marcha de la llamada Ley Antibotellón, aunque consideró que antes de que hubiera entrado en vigor dicha normativa "deberían haberse definido los espacios y las alternativas que se le deben dar a los jóvenes".

En declaraciones a Europa Press, Gil Robles consideró que la idea que ellos propugnan es que "una vez que estén instaurados y construidos estos espacios de ocio o 'botellódromos', consensuados con todas las fuerzas sociales del pueblo, pero sobre todo con los jóvenes y vecinos, se empiece a aplicar la Ley".

"Es algo ilógico aplicar la Ley sin que haya alternativas y prohibir por prohibir es provocar a los jóvenes para cometer una ilegalidad", aseguró Gil Robles, quien apuntó que el 95 por ciento de jóvenes andaluces "no quieren cometer una ilegalidad, la gente sale a divertirse, por lo que antes de ponernos a reprimir su conducta debemos darle una opción".

Por ello insistió en la idea de que "antes de hacer la Ley, la Junta, con los ayuntamientos, debería haber puesto en marcha iniciativas, opciones y alternativas, ir creando esos espacios y una vez definidos, procurar que la Ley entrara en vigor, pues, de lo contrario, ahora los consistorios deben ponerse las pilas, deben habilitar espacios aprisa y corriendo y muchos no tienen recursos".

Gil Robles recordó que los jóvenes de la sociedad actual "evolucionan hacia un nuevo modelo de ocio nocturno, donde se reúnen para quedar entre ellos y donde en vez de bares o locales de copas, ahora prefieren estar en otro lado, entre ellos mismos".

"A partir de ahí nos preocupa que ese modelo de ocio sea compatible con el descanso de los vecinos, así como que no se produzcan situaciones de abuso en el consumo y consumo de alcohol en los menores", añadió este portavoz, para el que botellón "no debe significar consumo ni abuso de alcohol, sino ocio".

Para Gil Robles, "todas las instituciones, hoteleros, familiares y administraciones deben percatarse de que el modelo ha cambiado y en ese sentido la Ley debe ayudar a que se concilie el ocio de los jóvenes con el descanso de los vecinos".

NECESIDADES DE LOS JOVENES

Sobre los espacios de ocio, Gil Robles consideró que los espacios que se habiliten "deben cubrir las necesidades de los jóvenes y también de los que quieran descansar", por lo que consideró que "debería consultarse a los jóvenes qué modelo de ocio quieren y qué características deben reunir estos espacios que se quieren proponer".

Tras apuntar que en dichos espacios de ocio o botellódromos "se debe regular la venta a menores y evitar el consumo abusivo de alcohol", consideró que las administraciones "deberían haber trabajado más con los jóvenes para saber lo que quieren; se nos está olvidando escuchar lo que los jóvenes quieren, preguntarles dónde y cómo quieren divertirse y si es compatible con el descanso de los vecinos, todo eso es fundamental para que las alternativas tengan éxito".

Gil Robles también hizo mención de las ciudades medianas y pequeñas "que no tienen recursos suficientes para poder acometer los proyectos", por lo que demandó que "se apoye a los ayuntamientos con herramientas que ayuden a definir su modelo de ocio para los jóvenes".

"Cada pueblo y municipio debe abrir su propio debate y diálogo para ver cómo lo quieren hacer, siempre bajo las premisas que marca la Ley", agregó el portavoz de las empresas de bebidas espirituosas, que reconoció el hecho de que "muchos ayuntamientos dieron pasos inteligentes y realizaron investigaciones previas".

EVITAR LA PELEA POLITICA

El directivo de la FEBE, que ya firmó acuerdos de colaboración con los ayuntamientos de Málaga, Granada, Jerez, Sevilla, Córdoba y Jaén, y está negociando con Huelva, Cádiz y Almería, además consideró que este asunto "no se puede convertir en objeto de lucha política y no debe entrar en el juego político". "Debe ser un reto de todas las partes y un trabajo conjunto de todas las fuerzas sociales", añadió.

Gil Robles mostró su deseo de que estos espacios alternativos de ocio "sirvan de acicate a los hosteleros para que sean capaces de ofrecer una buena oferta de ocio nocturno que haga salir a los jóvenes de los botellódromos y vuelvan a sus locales".

Además, en el caso de las sanciones, abogó más por el medidas que impliquen un servicio a la comunidad por parte de los propios jóvenes que por sanciones económicas. "Las prohibiciones no funcionan si no das una alternativa y los jóvenes deben ayudar a arreglar la ciudad si han contribuido a destrozar algo, deben prestar su fuerza y su energía en enmendar lo dañado", aseveró.

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