BARCELONA, 4 May. (EUROPA PRESS) -
Las empresas españolas gastaron entre 200 y 300 millones de euros el año pasado para costear el exceso de dióxido de carbono que generaron, según informó hoy el secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo Aizpiri.
Aizpiri hizo públicos estos datos coincidiendo con la apertura de las jornadas 'Expo CO2, mercados, financiación y fondos de carbono', organizadas por la fundación Forum Ambiental y que hasta mañana se celebran en Barcelona.
El sector industrial debe cumplir con los objetivos fijados por el Protocolo de Kioto a la hora de reducir la emisión de dióxido de carbono, gas que provoca el denominado efecto invernadero. El proceso para cumplir con el Protocolo se abre en 2008 y el límite es hasta 2012.
Para ello, la legislación europea, que establece unos cupos máximos de emisión de este gas, permite que las compañías puedan vender sus derechos de emisión sobrantes a aquellas empresas que superan este límite y 'premia' a las que invierten en procesos menos contaminantes.
En el caso de España, se asignaron un total de 172,25 millones de toneladas de dióxido de carbono para 2005, pero las empresas 'gastaron' 182,3, lo que supone "un déficit de 10,85 millones de déficit respecto a la cantidad emitida", reconoció Aizpiri.
De esta manera, el coste económico que este déficit de emisiones de dióxido de carbono ha tenido para las compañías españolas asciende a una cantidad de "entre 200 y 300 millones de euros", ya que "el precio por tonelada fue de entre 20 y 30 euros", añadió.
Por sectores, el hidroeléctrico fue el que superó de largo el límite de emisiones de este gas, ya que generó 15,3 millones de toneladas más de las permitidas, mientras que las compañías de refinerías de petróleo también se excedieron ligeramente.
No obstante, Aizpiri señaló que el 2005 "fue un año de una enorme sequía", por lo que el sector hidroeléctrico "generó un 40% menos", lo que comportó "una emisión de 8 millones de toneladas de dióxido de carbono 'extras' debido a la situación climática".
DATOS "PREOCUPANTES", AUNQUE HAY ASPECTOS "ESPERANZADORES"
Aizpiri calificó de "preocupantes" el nivel de emisiones de este gas que se alcanzó el año pasado en España. A lo largo de 2005, la emisión de dióxido de carbono se incrementó un 52,88% respecto a 1990 y sufrió un aumento del 3% respecto al año anterior.
En este sentido, confesó que "se trata de una mala noticia", aunque señaló que "a lo largo de 2005 también se han producido hechos esperanzadores", como el hecho de que "por primera vez el consumo de energía ha crecido por debajo del PIB".
Según Aizpiri, el 2005 fue un año "excepcional", ya que "la extrema sequía que afectó al país hizo que el sector hidroeléctrico generara 8 millones de toneladas de dióxido de carbono más".
Otro componente que justifica este exceso de emisiones fueron las paradas no programadas que se produjeron en las centrales nucleares, especialmente en Vandellós (Tarragona), lo que generó cuatro millones de toneladas 'extras'.
Según sus cálculos, en un año "normal", el sector industrial en España habría generado 12 millones de toneladas de dióxido de carbono menos, mientras que el incremento de emisiones de 2005 respecto al año anterior habría sido del 1%, frente al 3% alcanzado.
De esta manera, "se hubiera iniciado una nueva tendencia hacia la estabilización en la emisión de este gas". Así, en condiciones "normales", el déficit alcanzado por el sector hidroeléctrico "sería de 4 millones de emisiones 'extras'", lo que "habría sido extraordinario", añadió.
Ante ello, aseguró que "estamos ante un buen punto de partida" de cara a acatar los objetivos del Plan de Kioto y garantizó que el Gobierno español "va a seguir apoyando al máximo a las empresas" para que finalmente lo puedan cumplir.
Aizpiri hizo un llamamiento para que las entidades financieras privadas "no sólo participen a la hora de financiar las emisiones de dióxido de carbono", sino que "se involucren activamente en los proyectos para reducir la emisión de dióxido de carbono".
Actualmente, el Gobierno español ya estaba preparando el nuevo plan nacional de asignaciones de dióxido de carbono, en el que se fijan los límites de emisiones de este gas por sectores industriales, y que estará listo el próximo mes de junio.
EL CASO DE CATALUÑA
En el caso de Cataluña, esta normativa, que entró en vigor el pasado 1 de enero de 2005, ha afectado a 142 instalaciones, de las que "más de un centenar tuvieron un superávit de emisiones de CO2", por lo que no generaron por encima de lo permitido, apuntó el conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar.
Según Baltasar, el sector industrial de Cataluña tenía asignadas 19.200 toneladas de dióxido de carbono, pero finalmente se emitieron 20 millones de toneladas, por lo que el déficit se situó en 700.000 toneladas.
El sector de las térmicas y de las cementeras, con 1,5 millones y 2.700 toneladas de déficit de emisiones de CO2, respectivamente, fueron las únicas áreas que superaron los límites fijados, mientras que el resto se situarán por debajo.
"ESPAÑA TENDRÁ QUE HACER UN GRAN ESFUERZO"
Por su parte, el director para Aire y Productos Químicos de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Jos Delbeke, señaló que España "tendrá que hacer un gran esfuerzo", pero apoyó la estrategia de algunas empresas españolas de invertir en proyectos de reducción de emisiones de CO2 en Latinoamérica.
A nivel europeo, este mercado de emisiones de CO2 ha afectado a 12.000 plantas, gestionadas por unas 5.000 empresas. Durante el primer año, se estima que se han intercambiado 250 millones de derechos de emisiones de CO2, cuyo valor ha alcanzado 500 millones de euros.
Según Delbeke, las emisiones de este gas en Europa a lo largo de 2005 se redujeron en un 2% respecto a 1990, aunque todavía "nos queda un 6%" para cumplir con las previsiones marcadas.
Delbeke aseguró que uno de los sectores que generan más emisiones de dióxido de carbono es el transporte y apostó por ampliar la actual directiva a otras áreas industriales, como el sector de la aviación y de la química.