Erik Varden, obispo noruego: "Tengamos cuidado de no ver el celibato solo a través del prisma del drama del abuso"

El monje cisterciense y obispo de Trondheim (Noruega), Erik Varden.
El monje cisterciense y obispo de Trondheim (Noruega), Erik Varden. - LUPE DE LA VALLINA
Publicado: martes, 14 noviembre 2023 13:03

MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

El monje cisterciense y obispo de Trondheim (Noruega), Erik Varden, autor del libro 'Castidad' (Encuentro) ha advertido de que es "demasiado simplista" considerar el celibato como causa del "drama del abuso clerical" y ha invitado a ver esta disciplina del celibato como "una llamada y una gracia" en lugar de "solo como un problema".

"Mi principal advertencia sería ésta: tengamos cuidado de no ver el celibato solo como un problema; tengamos cuidado de no considerarlo solo a través del prisma del drama del abuso clerical, que es como una herida abierta en el cuerpo de la Iglesia. Esta herida pide a gritos ser curada, eso está claro. Pero la tendencia, que uno encuentra a veces, de verla como causada de alguna manera por la disciplina del celibato es demasiado simplista", ha precisado Erik Varden, en una entrevista con Europa Press.

Así lo ha indicado con motivo de su visita a Madrid para participar en el 20 aniversario de EncuentroMadrid, que se ha celebrado del 10 al 12 de noviembre en la capital, bajo el lema 'Una amistad que teje la historia'.

Preguntado por el documento final del Sínodo de los Obispos en el que se aboga por hacer una reflexión más profunda sobre la "obligación disciplinar" del celibato, Varden ha asegurado que "es sano y bueno reflexionar sobre la obligación del celibato" pero ha insistido en "no verlo solo como un problema" sino "como una llamada y una gracia, costosa pero preciosa" y, así, considerar su lugar en la vida sacerdotal "de manera inteligente y responsable".

Con su libro 'Castidad', el obispo de Trondheim quiere "reconsiderar" una palabra que considera "central en el vocabulario cristiano" pero que, a su juicio, ha llegado a entenderse "en un sentido muy restringido", de modo que "para la mayoría de la gente representa la mortificación y la paralización de los sentidos en lugar del florecimiento y la reconciliación de los sentidos".

CASTIDAD NO ES LA NEGACIÓN DEL SEXO

Por su parte, Varden la entiende "en términos de integridad", de "estar completo" y advierte de que "la castidad no significa la negación del sexo" y que "tampoco es lo mismo que el celibato".

"La castidad consiste en integrar cada aspecto de mi potencial vital en una personalidad capaz de encuentro, realizando el potencial impreso en nuestro ser como criaturas hechas a imagen de un Dios trino", ha subrayado.

Sobre el tema de EncuentroMadrid y de su ponencia, 'Una amistad que atraviesa fronteras y siglos', el obispo noruego ha reivindicado la importancia de la amistad para los religiosos y religiosas.

"La amistad es una categoría importante para cualquier ser humano; y para los que han hecho voto de vida célibe, es crucial. Uno de los textos fundacionales de nuestra tradición cisterciense es el tratado de Elredo de Rieval 'La amistad espiritual'. Muestra cómo Dios nos prepara para la comunión con Él a través de la comunión entre nosotros. La capacidad para la amistad suele ser un rasgo distintivo de monjes y monjas", ha puntualizado.

Según señala, "es fascinante rastrear este tema en la tradición, desde los padres del desierto, pasando por San Bernardo y el Abad de Rancé (fundador de La Trapa, que defendía algo más que la austeridad) hasta el ejemplo de Dom Edmund Gurdon, prior de la Cartuja de Miraflores".

"Creo que una revalorización de la amistad puede ayudar a combatir el sentimiento de soledad que se extiende inexorablemente en la sociedad occidental", ha añadido.

En cuanto a su experiencia personal, Varden, procedente de una familia de tradición protestante muy secularizada, explica que su conversión "comenzó cuando era adolescente, a través de una poderosa experiencia de gracia hecha palpable a través de la música" y continuó su curso "a través del estudio, la oración y la alegría de formar parte de la Iglesia".

Según precisa, Noruega ha sido desde el siglo XVI un país protestante pero avisa de que "el país ha sufrido una rápida secularización" e "incluso dentro de la tradición protestante ha habido una reevaluación significativa de muchas cosas, causando lo que muchos interpretan como una pérdida de coherencia".

También asegura que se ha producido un aumento de las conversiones al catolicismo en Noruega pero precisa que "no son tanto conversiones desde otras confesiones cristianas" sino que "los que llaman a la puerta de la Iglesia tienden más bien a ser personas que no tienen un trasfondo religioso explícito", que se han acercado a ella "atraídos por la belleza de su liturgia, la riqueza de su tradición espiritual, su vida intelectual o sus obras de caridad".

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