España padece un riesgo "alto" de incendios, pero no extremo, según el Colegio de Ingenieros de Montes

Actualizado: viernes, 6 julio 2007 14:18


MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

El riesgo de incendios forestales que padece la Península es "alto", aunque el índice de riesgo pasará a ser "extremo" cuando se registren temperaturas por encima de los 35 grados durante más de una semana, cotas que aún no se han alcanzado, explicó el asesor del Colegio de Ingenieros de Montes en temas de incendios, Gabriel Leblic, a Europa Press.

Según este experto, la costa mediterránea es la que más problemas puede tener, ya que la vegetación de esta zona está más seca y debido a la sequía sufrida, padece "estrés y es más susceptible de arder".

"A pesar de haber llovido este año, es un riesgo extremo, porque el matorral y la propia vegetación, si no se le han hecho tratamientos preventivos, hay mucho mayor riesgo de incendios", aclaró Leblic.

Las consecuencias de los incendios forestales, tanto económicas como ecológicas, son de enorme trascendencia, afectando especialmente al suelo, en ocasiones de forma dramática, sobre todo teniendo en cuenta que la pérdida de cubierta vegetal deja a las capas superficiales del mismo desprotegidas, de tal manera que este fenómeno acelera el riesgo de desertificación.

SÓLO 4 Ó 5% SE DEBEN A CAUSAS NATURALES

Para evitar estas situaciones, Leblic aconsejó no hacer fuego "fundamentalmente" en esta época del año y con eso es "bastante y suficiente", ya que la mayoría de los incendios por causas naturales suelen ser un 4 ó 5 por ciento, el resto son provocados por el hombre y "si el hombre no hace fuego, no habrá incendios".

En el año 2006 se registraron 16.355 incendios forestales en España, cuya superficie afectada fue de 148.826 hectáreas superando la media de la superficie que ardió en el decenio 1996-2005 en un 20,45 %. Y en superficie arbolada calcinada, 2006 fue el segundo año más desfavorable después de 2005. Con la excepción de Galicia y Asturias, todas las comunidades registraron un descenso de la superficie forestal afectada por el fuego.