MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, señaló hoy que España permite a partir de hoy que la ONU visite "sin cortapisas" prisiones y centros de detención españoles para verificar si se dan casos de tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes.
El embajador representante permanente de España ante Naciones Unidas, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, depositará esta tarde en la Secretaría de la Organización Internacional en Nueva York el Instrumento de Ratificación del Protocolo Facultativo de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura.
Esta ratificación sitúa a España, en opinión del ministro, "a la vanguardia de la lucha contra la tortura", uno de los objetivos principales de la política del Ejecutivo socialista en materia de derechos humanos.
"Este compromiso, puesto de relieve por el Presidente del Gobierno ante la 59 Asamblea General de Naciones Unidas, expresa el deseo de la ciudadanía española con la erradicación de la tortura y de cualquier forma de trato inhumano, cruel o degradante, que cercene la dignidad humana", recordó Moratinos en una intervención pública desde la sede del Ministerio en el Palacio de Santa Cruz.
El jefe de la Diplomacia indicó que este instrumento incorpora dos novedades "fundamentales, basadas en los principios de transparencia, prevención y plena colaboración con los organismos internacionales".
Por una parte, introduce "un sistema sin cortapisas" para visitar cualquier institución penitenciaria o centro de detención de los Estados firmantes del Protocolo, entre los que se incluye a partir de hoy España. "La eficacia de este sistema de visitas ha sido puesta de manifiesto por la Convención Europea para la Prevención de la tortura, de la que España también forma parte", puntualizó.
En segundo lugar, España se compromete a "crear o mantener" los denominados mecanismos nacionales de prevención "para evitar y condenar toda práctica intolerable". Para incrementar la eficacia de la puesta en marcha de los compromisos de este Protocolo Facultativo, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación trabaja "estrechamente" con los Departamentos de Justicia e Interior del Gobierno.
Moratinos hizo hincapié en que los españoles tienen que hacer efectiva la voluntad de luchar por erradicar la tortura en el mundo.
"Desde esta perspectiva, quiero desvelarles mi intención de alentar a todos los Gobiernos a ratificar este Protocolo Facultativo. Lo hemos hecho en Panamá, hace sólo unos días, en el seminario centroamericano sobre desafíos de la prevención de la tortura y malos tratos, cuyo principal objetivo era promover la ratificación del Protocolo Facultativo. España seguirá con estas actuaciones y mantendremos, ahora con más empuje, la defensa de los derechos humanos en el marco de nuestras relaciones bilaterales", insistió.
El ministro destacó que España da hoy un paso importante porque defiende, "más allá de nuestras fronteras, una convicción enraizada en la conciencia democrática de nuestra sociedad: la certeza de que la dignidad humana es inviolable". En esta inviolabilidad reside, desde su punto de vista, "en el derecho que tiene todo ser humano a no sufrir tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes".
"Con este acto pretendemos resaltar la importancia que, tanto la sociedad española como el Gobierno y el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, otorgan a la defensa del derecho internacional y de la dignidad humana. Sólo así se puede entender la defensa de la paz, de los derechos humanos, de la legalidad internacional, del multilateralismo eficaz o de la cooperación, principios que inspiran y orientan el rumbo de la política exterior española", añadió.
SEMANA DE LA ONU EN MADRID
Asimismo, constató que la entrega de la ratificación de España del Protocolo adicional a la Convención contra la Tortura se produce en una semana de marcado carácter multilateral, en la que España acogerá la reunión de la Junta de Jefes Ejecutivos para la Coordinación del sistema de las Naciones Unidas. Junto al secretario general de la organización, Kofi Annan, participarán en los trabajos los máximos responsables de todas las Organizaciones Internacionales, Agencias, Fondos y Programas del sistema de Naciones Unidas.
"La Junta de Jefes Ejecutivos estudiará la forma de incrementar la coherencia del sistema de las Naciones Unidas. Recibiremos también en esta semana la visita del Secretario General de la OSCE", apuntó.
En su opinión, España es hoy un país activo en el seno de la comunidad internacional, "comprometido y con identidad propia en las instituciones internacionales". Por ello, subrayó que se apoyan sus reformas "desde el convencimiento de que es necesario adecuarlas a las nuevas realidades y a los nuevos retos a los que nos enfrentamos en el umbral del siglo XXI".
Con la reciente ratificación del Protocolo 14, de la Convención del Consejo de Europa de los derechos humanos y la que hoy se celebra en Nueva York, España ha suscrito "la práctica totalidad de convenios internacionales, universales y regionales, que regulan la promoción y protección de los derechos humanos".
"Nos encontramos en un momento decisivo para impulsar y desarrollar la protección internacional de los derechos humanos. Como conocen, hace poco más de dos semanas se ha constituido el nuevo Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Este órgano sustituye a la Comisión, un modelo que ha presentado signos de agotamiento desde hace años, lo que ha exigido su remodelación y actualización para sintonizar con el latido de la nueva realidad emergente en el ámbito internacional", precisó.
En último lugar, indicó que la ciudadanía y las ONG's han tenido un papel "determinante" en la adopción, firma y ratificación de este Protocolo Facultativo. Por ello, quiso agradecer a sus representantes su "aliento" y estímulo para que España incorpore a su ordenamiento jurídico el "más avanzado instrumento jurídico para proteger los derechos humanos a escala global". De manera especial, apreció la colaboración de la Asociación para la Prevención de la Tortura, con sede en Ginebra.
