MADRID, 26 Feb. (EDIZIONES) -
¿Te imaginas una estación de trenes construida en vertical? Los arquitectos Lucas Mazarrasa, español, y Christopher Christophi, inglés, no solo la han imaginado sino que la han plasmado en un ambicioso proyecto, cuyas espectaculares imágenes puedes ver en este artículo.
Las estaciones de tren verticales tendrían, según este proyecto, una altura de 360 metros. Dicho de otra forma, serían casi tan altas como el Empire Estate de Nueva York (380 metros) y más altas que las Cuatro Torres de Madrid (249 metros la más alta). Si bien el número de torres y su tamaño podría variar en función de las necesidades de cada ciudad, según explica a europapress.es Lucas Mazarrasa.
5.000 PASAJEROS A LA VEZ EN LA TORRE
Cada torre tendría a su alrededor 18 trenes, cada uno de los cuales está formado por 28 vagones cúbicos con capacidad para 10 pasajeros cada uno: en total 280 pasajeros por tren. Por lo tanto, la torre podría cargar unos 5.000 pasajeros a la vez. Los trenes, como se aprecia en algunas de las imágenes que acompañan este artículo, forman la fachada del edificio.

El diseño con forma de cubo de los vagones es para que puedan pivotar sobre los laterales, y así pasar de la posición horizontal a la vertical como si fueran los vagones de una noria. Cada vagón conecta con un piso de la torre, y tres núcleos de ascensores se encargan de llevar a los pasajeros a su respectivo vagón. La estructura básica de la torre tendría que ser necesariamente de acero.
Habría un total de 94 ascensores para distribuir los pasajeros entre las distintas secciones de la torre. Para evitar aglomeraciones en los ascensores, cada núcleo de ascensores daría servicio a uno de cada tres pisos, obligando así a los pasajeros a repartirse entre todos los ascensores por igual.
Los pisos están interconectados por rampas circulares, creando un segundo nivel de circulación. Este nivel está diseñado para los tiempos de espera, de forma que facilita el acceso a las tiendas y otros servicios. En el último piso se sitúa un mirador para observar la ciudad a la que acabas de llegar o de la que te despides.

En cuanto a la velocidad de los trenes, los autores del proyecto prevén que estos viajarán a 965 kilómetros por hora (superior a la velocidad de crucero de los aviones de pasajeros, que oscila entre los 800 y 900 kilómetros por hora). "Si miramos a países como Japón donde el tren bala es capaz de alcanzar velocidades cercanas a los 600 kilómetros por hora, no es difícil imaginarse al tren consolidándose como el medio de transporte preferido para las largas distancias", señala Mazarrasa. Además, indica que su propuesta tiene beneficios ecológicos, pues contribuirá "a reducir las emisiones de CO2 y a aumentar la seguridad energética".
LOS RETOS DE LAS CIUDADES
Este proyecto futurista parte de una premisa clara: la creciente congestión y saturación de las ciudades durante el presente siglo XXI. "Se estima que en el 2050 el 70% de la población mundial vivirá en las ciudades, y solo un 30% en los pueblos y en el campo", señala Mazarrasa.
De esa "necesidad de reinventar el tejido urbano y buscar espacios de crecimiento" nació su idea. "Aprovechando la evolución de los trenes magnéticos y el desarrollo de los ascensores de levitación magnética, nos imaginamos un tren que fuese capaz de escalar por la fachada de un rascacielos", explica.

"Nuestra propuesta gira literalmente las estaciones de trenes para devolver el espacio que ocupaban a la ciudad y sus habitantes. A su vez, la tipología de los rascacielos hoy en día está asociada a un uso privado. En cambio, las estaciones de tren vertical se convertirían en extensiones de los espacios públicos de la ciudad", asegura Mazarrasa.
Ante la pregunta final de si creen que las estaciones verticales pasarán de los planos al mundo real, el español apunta: "No deja de ser un proyecto futurista y por tanto es difícil predecir cómo de cercano puede darse en el tiempo. No obstante, dados los problemas actuales de espacio, contaminación, agotamineto de recursos, y aprovechando la evolución tecnológica en los próximos años, no resulta utópico pensar que una idea como la nuestra acabe convirtiéndose en una realidad".
A la espera de ver las estaciones de tren verticales en un futuro o no, lo cierto es que la idea de estos dos jóvenes mereció una mención especial en el concurso teórico anual de la prestigiosa revista de arquitectura 'Evolo'.
