SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 May. (EUROPA PRESS) -
Expertos en salud pública aseguraron que la Ley Antitabaco --que entró en vigor el 1 de enero de 2006-- constituye una primera fase "social" para combatir el tabaquismo y reducir el número de fumadores que se inician en este hábito, ya que "favorece el entorno que rodea al individuo".
Así lo manifestaron a Europa Press el subdirector xeral de Epidemioloxía de la Xunta de Galicia, Xurxo Hervada, y el catedrático de Psicología Química y responsable de la Unidade de Tabaquismo de la Universidade de Santiago (USC), Elisardo Becoña; quienes añadieron que el índice en Galicia "es más alto de lo deseable en la medida que existen fumadores" pero, añadieron, "la cifra disminuye cada año".
En este sentido, Hervada apuntó que la nueva ley del tabaco habilitó un entorno para favorecer el abandono del hábito a los fumadores, puesto que "la gran parte desean abandonarlo", aseguró.
De este modo, indicó que los médicos de Atención Primaria han registrado un aumento en la petición de ayuda para abandonar el consumo de tabaco desde la entrada en vigor de la ley. Sin embargo, señaló que la "mayoría" dejan de fumar por sus propios medios y que este incremento "no ha sido espectacular".
Por su parte, Becoña explicó que la Ley Antitabaco tiene como objetivo "reducir los lugares habilitados para fumar y obstaculizar el acceso" para "conseguir disminuir el consumo y las probabilidades de que un individuo inicie el hábito".
Entre las medidas para combatir el consumo de esta sustancia, Becoña incluyó el aumento de su precio, ya que "con un incremento del 10 por ciento en el precio del tabaco se reduce el 3 por ciento de consumo", según datos del Banco Mundial.
EL 29% SON FUMADORES
En la comunidad gallega, el 29 por ciento de la población entre 16 y 74 años consume tabaco de forma esporádica o habitual, según el 'Encuesta de tabaco en Galicia 2005' de la Consellería de Sanidade, recogida por Europa Press. Además, el número de personas que lo hacen de forma diaria alcanza el 25 por ciento en esta misma franja de edad.
Por tramos de edad y sexo, el índice de consumo se sitúa en 27,1 por ciento de fumadores hombres entre 45 y 74 años; mientras que en este mismo intervalo el número de mujeres supone un 18,5 por ciento.
Sin embargo, en edades comprendidas entre 16 y 24 años el porcentaje se equipara y representa un 38,6 por ciento en hombres y un 37,4 por ciento en mujeres.
IGUALDAD DE CONSUMO
En este sentido, el catedrático de Psicología Química de la USC lamentó que "la igualdad de sexos conlleve la igualdad de consumo" y calificó esta circunstancia de "desgracia", ya que supone la aparición de enfermedades derivadas del tabaco en las mujeres.
Becoña apuntó que el consumo presenta un descenso "increíble" en los hombres, mientras que en la población femenina se incrementó en los últimos años. Además, indicó que este fenómeno también se produce con otras sustancias como el alcohol, lo que significa un dato "negativo".
Entre los objetivos de Sanidade, se encuentra la reducción del consumo de tabaco por debajo del 20 por ciento, con atención especial a las mujeres y jóvenes, ya que constituyen los sectores que registraron el mayor incremento de consumo.
TRES FASES
Según indicó a Europa Press el catedrático de Psicología Química y responsable de la Unidade de Tabaquismo de la USC, la terapia que desarrolla el programa para dejar de fumar alberga tres etapas distintas. Así, la primera responde a un factor social por el que se debe crear un marco que apoye a la persona en la decisión de dejar de fumar, "tal como representa la Ley Antitabaco".
La segunda etapa significa un tratamiento psicológico, a través del cual se conciencia al fumador de su independencia de la nicotina. Por último, el tercer paso lo determina un aspecto biológico por el que el organismo del individuo asume la falta de dicha sustancia adictiva y en la que se completa el ciclo.
Así, la Unidade de Tabaquismo de la USC, que desarrolla un programa para dejar de fumar desde hace 22 años, celebrará mañana 'El Día Mundial del Tabaco' en el que fumadores podrán conocer el grado de dependencia del tabaco o su nivel de monóxido de carbono. Además, recibirán una guía gratuita para dejar de fumar de forma individual y podrán apuntarse al programa en grupo que desarrolla la USC.
