MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
Continúa la polémica en torno a la remodelación del eje Prado-Recoletos de Madrid, en la que la amenaza de la baronesa Thyssen de encadenarse a un plátano centenario para evitar la tala de árboles en la zona le ha dado un protagonismo inédito. Hoy mismo Carmen Cervera advirtió que si talan los árboles, "Medio Ambiente Internacional declarará la zona inhóspita". El tema ha desembocado en una nueva disputa entre el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, y la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que recordó que para hacer esa obra se requiere de informe favorable de la Dirección General de Patrimonio de la comunidad. Mientras, Gallardón subrayó hoy que la zona se remodelará "con o sin el consenso de la baronesa".
Baile de cifras y de declaraciones. Mientras Carmen Cervera asegura que el Ayuntamiento de la capital se llevará por delante 700 árboles en la ejecución de su proyecto urbanístico, que pretende aumentar las zonas peatonales en el eje Prado-Recoletos, el consistorio reduce esta cifra hasta 29. La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez, explicó hoy que "29" son los árboles que están justo delante del Museo Thyssen, aunque se estima que en todo el eje resultarán "afectados" unos 400.
Y es que el Ayuntamiento en todo momento habla de "afectar", esto es, talar los árboles enfermos y trasplantar los sanos; un hecho este último muy cuestionado puesto que se considera muy difícil que árboles tan antiguos arraiguen en otro entorno.
El último capítulo en torno a esta polémica viene al hilo de las declaraciones de la concejal de urbanismo, Pilar Martínez, quien dijo ayer que la baronesa estaba teniendo una actitud "caprichosa, personalista e intolerante". Gallardón apoyó hoy a su concejal asegurando que era un juicio sobre su comportamiento y no sobre su persona.
En cualquier caso, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, el alcalde subrayó que el proyecto se llevará a cabo "con o sin el consenso de la baronesa", asegurando que el Ayuntamiento y la Fundación Thyssen han mantenido múltiples reuniones de trabajo y que ella no mostró ninguna objeción.
Sin embargo, el portavoz adjunto del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid, Juan Soler, calificó de "absolutamente inapropiadas" las declaraciones de la concejal de urbanismo y pidió disculpas a la baronesa como representante del pueblo de Madrid por la falta de tacto de su compañera de partido.
EL PASEO DEL DESIERTO
"No es la forma de actuar por parte de un representante de los madrileños contra una persona privada que lo único que ha hecho ha sido traer más patrimonio cultural a la ciudad y a la comunidad", dijo. En la misma línea, manifestó su confianza en que el Paseo del Prado "no se convierta en el paseo del Desierto o de las Autopistas" y manifestó que quizás no sea el más adecuado para respetar el trazado del siglo XVIII que cuenta con monumentos, esculturas y árboles emblemáticos para la comunidad de Madrid.
De hecho, Esperanza Aguirre se comprometió hoy en la Asamblea a cumplir en todos sus términos el decreto que aprobó el Gobierno de Ruiz Gallardón en el año 1999 y que declaró el Paseo del Prado bien de interés cultural en su categoría de monumento. Así, advirtió que "cualquier actuación en la zona requiere un informe favorable de la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de Cultura y Deportes con carácter preceptivo y vinculante". "Que no tengan preocupación los madrileños porque no vamos a consentir que se produzcan afecciones en lo monumental, en lo histórico artístico, en el patrimonio o en el arbolado", subrayó.
El portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas, pidió a Aguirre que "deje de competir con Gallardón para obtener el favor de la baronesa" porque está dando "un espectáculo lamentable".
Simancas la instó a que cumpla y haga cumplir la ley de Protección del Arbolado Urbano "en todo Madrid" y le preguntó si va a pedir a los vecinos del parque Eugenia de Montijo en Carabanchel que prescindan de sus árboles porque no tienen ni tan siquiera un vizconde que encadenar a ningún sitio.
Entretanto, la baronesa Thyssen dijo hoy su última palabra sobre el tema y advirtió que si se talan los árboles, Medio Ambiente Internacional declarará la zona "inhóspita" por la contaminación. En declaraciones a TVE, aseguró que esos árboles, por su tamaño, es imposible trasplantarlos.
En cualquier caso, se mostró en contra de que esos ejemplares, con unas raíces de ocho metros, se sustituyan por otros pequeñitos, que no se verán crecer hasta dentro de 30 ó 50 años. "La zona se va a convertir en un lugar sin arboleda, sin sombra y en Madrid hace mucho calor en julio y agosto", declaró a TVE. Además reiteró su intención de que, en el caso de que no se atienda a su petición, se atará a los árboles.