El Gobierno ofrece ayuda a Mauritania para evitar más naufragios de 'cayucos' rumbo a Canarias

MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

La muerte en los últimos días de 45 inmigrantes que se dirigían en 'cayucos' a Canarias ha puesto en alerta al Gobierno. Según aseguró la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, el Ejecutivo ya se ha puesto en contacto con las autoridades de Mauritania, de donde partieron las embarcaciones, para evitar la acción de las mafias que introducen inmigrantes irregulares en Europa y evitar catástrofes humanitarias. Mientras, en el puerto mauritano de Nuadibú, la Cruz Roja Española y Médicos del Mundo mantienen dispositivos de acogida a la espera de que aparezca un 'cayuco' con 40 inmigrantes, que se encuentra a la deriva en el océano y que fue avistado el domingo por un barco italiano, según confirmó a OTR/Press Médicos del Mundo.

Desde hace unos meses, Mauritania se ha convertido en un país emisor de inmigración irregular. La coordinadora de Médicos del Mundo en Mauritania, Pino González, explicó a OTR/Press que probablemente el endurecimiento de las medidas de seguridad en Marruecos haya provocado que Mauritania se convierta en un país emisor, cuando siempre fue "un país de paso hacia el norte". "Desde aquí hay bastante más distancia, hay más corrientes marítimas, por lo que la probabilidad de que lleguen es menor", señaló González, al tiempo que destacó que en los últimos meses han sido centenares los 'cayucos' que han partido desde Mauritania.

De hecho, uno de los coordinadores de la Media Luna Roja en Mauritania, Ahmedu Uljaye, ha denunciado recientemente ante los medios de comunicación que "desde noviembre de 2005 hasta ahora entre 1.200 y 1.300 personas se han perdido en el mar" en esa peligrosa ruta de cuatro días a través del océano atlántico hasta las Islas Canarias. El delegado de Gobierno en Canarias, José Segura, ratificó estas declaraciones al afirmar: "no sabemos exactamente cuantas vidas se han perdido la vida en el mar".

El pasado fin de semana, un total de 45 personas de Malí, Ghana, Nigeria, Costa de Marfil y Gambia, perdieron la vida en el Atlántico cuando intentaban llegar a Canarias en dos 'cayucos'. La primera embarcación chocó con un pesquero marroquí, la segunda quedó a la deriva y se hundió tras unos problemas mecánicos en el motor y haber chocado contra unas rocas. Cruz Roja y Media Luna Roja, que precisamente habían puesto en marcha un dispositivo de ayuda para atender a los inmigrantes que llegan a Mauritania para proseguir su viaje hasta Canarias, se encargaron de atender a los 44 supervivientes del naufragio.

La responsable en Mauritania de Cruz Roja Española, Olga Martín, explicó que en primera línea de playa se atendió las necesidades básicas de los inmigrantes: alimentación, medicamentos, vestimenta, higiene, así como una labor de sensibilización, a través de breves entrevistas, para "saber en qué estado llegan o qué saben de los desaparecidos". Al parecer, los 44 supervivientes llegaron "con síntomas de agotamiento extremo, deshidratación, irritación ocular e hipotermia por pasar tantas horas en el agua", según relató Martín.

PATERA A LA DERIVA

En el puerto de Nuadibú, Médicos del Mundo y Cruz Roja tienen a punto dispositivos de acogida para una tercera patera que se encontraría desaparecida en el océano desde el pasado domingo. Las autoridades mauritanas están en plena búsqueda del 'cayuco', dado que Salvamento Marítimo español no tiene competencia sobre estas aguas.

Sin embargo, Olga Martín destacó que la inmigración "es un fenómeno totalmente nuevo para Mauritania" por lo que no está preparada para este tipo de emergencias, por ello sus medios son más bien precarios.

Mientras en Médicos del Mundo y Cruz Roja muestran su sorpresa porque haya sido este caso concreto el que ha acaparado la atención de los medios de comunicación cuando cientos de 'cayucos' han partido de África y decenas se han perdido, el Gobierno español ya se ha puesto en contacto con Mauritania. La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, responsabilizó a las mafias clandestinas que introducen inmigrantes irregulares en Europa y que trafican con seres humanos.

Por ello, España, como en su día ya hiciera con Marruecos, ha solicitado la colaboración con las autoridades mauritanas para mantener "la persecución permanente" contra este tipo de mafias y para evitar que "no se produzca este éxodo, porque se están perdiendo centenares de vidas humanas en el mar". Además, el Ejecutivo español ha solicitado la cooperación de la UE, pues además de que "esta inmigración no tiene como destino España, sino Europa", mientras siga existiendo "la tragedia" en el continente más pobre del mundo, donde se multiplican el hambre y los conflictos bélicos, se deberá seguir afrontando estas situaciones.