Un jefe de servicio asegura que a veces es necesaria "cierta contención física" para para a menores ante un brote psicótico
VINARÒS (CASTELLÓN), 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El jefe de servicio de la Conselleria de Bienestar Social en Castellón, Enrique Carceller, aseguró hoy en Vinaròs que los centros de menores reciben varias inspecciones anuales "sin previo aviso". Así mismo, explicó que los menores que acoge la residencia comarcal Baix Maestrat de esta localidad pueden presentar "conductas difíciles de atajar en otros centros de acogida y sus propias dificultades nos llevan a emplear métodos mas específicos que en otros casos".
Carceller realizó estas declaraciones durante su visita a Vinaròs, donde intervino en la presentación de un curso de coordinación entre las Fuerzas de Seguridad y responsables judiciales para la protección de menores.
Asimismo, indicó que cuando se puso en marcha este centro, "había menores con dificultades que hasta destrozaron algunas habitaciones", y reconoció que "es cierto que consta en el informe del Defensor del Pueblo que, en alguna ocasión, algún menor ha sufrido algún daño, pero a veces para este tipo de menores es necesario tener que pararles ante un brote psicótico o esquizofrénico y, si no es mediante manipulación, difícilmente van a consentir ninguna medida de protección ni farmacológica que les atempere su conducta".
Según Carceller, se trata de menores "con circunstancias especiales que requieren a parte de un proceso educativo importante, tener que pararles mediante una contención física", y manifestó en cuanto al seguimiento de este tipo de centros que "por parte del ministerio fiscal se hacen visitas sin previo aviso dos o tres veces al año, y desde la Dirección Territorial hemos visitado en los últimos cuatro o cinco meses en dos o tres ocasiones este centro, viendo su funcionamiento y las necesidades que en un momento determinado puedan tener las instalaciones".
Respecto a si los menores que presentan brotes psicóticos deberían estar en otro tipo de centro, Carceller opinó que "a través de las conductas que presentan los menores es difícil poder definir qué nivel de afectación pueden tener debido a sus edades tempranas". Según indicó "se va trabajando en los rasgos que van presentando en la medida en que se va demostrando qué pautas siguen para poder pautar tratamiento, no es como cuando un psiquiatra determina en una persona de 35 años que ha tenido un brote psicótico".
La Inspección de Servicios Sociales, la Dirección Territorial y el ministerio fiscal celebraron ayer una reunión interna a los efectos de poder evaluar si se han podido dar circunstancias o aspectos que se tuvieran que corregir. Dentro del centro se dispone de un aula especial, según indicó Carceller, que se puso en marcha por parte de Conselleria, para poder dotar a los chicos del centro de medidas curriculares que precisan.
JORNADAS DE COORDINACIÓN
El alcalde de Vinaròs, Jordi Romeu, aseguró que se está trabajando en el ámbito de los menores desde hace mucho tiempo, y añadió que "se trata de mejorar el servicio, dado que hay muchas administraciones y ha sido una necesidad surgida de los propios Cuerpos de Seguridad para hacer más efectiva su tarea".
En las jornadas de hoy participaron representantes del sector judicial, como jueces, fiscales del juzgado de Vinaròs, y una amplia representación de la Guardia Civil y la Policía Local y técnicos de la Dirección Territorial de Bienestar Social.
Las jornadas incidieron en el proceso de detección y valoración de maltrato y desprotección infantil. El manual editado por la Conselleria de Bienestar plantea la manera de trabajar de la administración en esta materia y ofrece herramientas específicas a los Cuerpos de Seguridad respecto a las pautas que se siguen en estos casos desde la Generalitat.
