MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
Un informe de Greenpeace revela que en el Mar Mediterráneo se captura un 37% más del atún rojo permitido. Así, las capturas superan en más de 12.000 toneladas la captura máxima legal de 32.000 toneladas adoptada por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA), es decir, las capturas actuales están en las 44.000 toneladas, según un comunicado difundido por la organización.
En este sentido, la población de atún rojo del Mediterráneo está en peligro de ser agotada "por la pesca pirata y por una gestión totalmente inadecuada a no ser que se tomen medidas urgentes para mejorar y hacer cumplir las normas existentes y que se protejan sus zonas de reproducción como parte de un plan de recuperación de la población", según el informe de Greenpeace.
"La extinción comercial del atún rojo en el Mediterráneo está a la vuelta de la esquina", afirmó el responsable de la campaña de océanos de Greenpeace, Sebastián Losada. "La población está siendo agotada por flotas piratas para satisfacer la expansión de la industria de engorde de atún que, además, ha recibido grandes subvenciones de la Unión Europea y de los países mediterráneos", continuó. "Es inaudito que los mayores culpables sean las flotas pesqueras de la región, tales como Francia", sentenció.
Así lo confirman los resultados del informe de la organización, que señalan que las subvenciones comunitarias a la industria de engorde de atún pueden haber alcanzado los 34 millones de dólares durante los últimos diez años. "La capacidad de engorde de atún en el Mediterráneo es de 51.012 toneladas, superando en casi un 60% la captura máxima legal: se trata de un incentivo indiscutible para las capturas ilegales en la región", apunta el estudio. Los responsables, por tanto, del agotamiento del atún rojo son miembros de la CICAA, la organización que supuestamente gestiona la pesquería, según Greenpeace.
Por su parte, el responsable de pesca del Programa Mediterráneo de WWF, Sergi Tudel, declaró que "el atún rojo está próximo a su extinción comercial y ecológica". "La CICAA debe extender inmediatamente el cierre de un mes de la pesquería en la región hasta al menos tres meses, empezando el 1 de julio, para reducir de forma efectiva la sobrepesca", manifestó.
Por último, Karli Thomas, de Greenpeace Internacional, explicó que "un pequeño número de compañías e inversores dedicados al engorde de atún se están quedando con lo que antes era un recurso común compartido por cientos de pescadores que vivían del atún rojo en el Mediterráneo". "Greenpeace trabajará en las próximas semanas para tratar de exponer a los responsables de esta pesca ilegal", concluyó.