MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El guardia civil presunto autor del disparo "fortuito" que costó la vida a un joven de 21 años el pasado martes en la localidad gaditana de Jimena de la Frontera declaró ante el responsable de la investigación interna que estaba comprobando el arma cuando ocurrieron los hechos, informaron a Europa Press fuentes próximas a la investigación.
Aún así, la investigación sigue su curso y el agente volverá a ser interrogado, ya que se encuentra de baja médica desde que sucedió el incidente, primero en estado de 'shock' y más tarde necesitado de tranquilizantes y ansiolíticos, precisaron las fuentes consultadas. El jefe de la Policía Judicial de la Comandancia es el máximo responsable de la investigación interna.
Con todo, será la titular del juzgado de instrucción número uno de San Roque (Cádiz) la que dictaminará la "posición" del agente, que en la actualidad se encuentra bajo atención médica. En estos momentos hay dos investigaciones que no se solapan, la de las diligencias judiciales --sobre lo que se ha decretado el secreto de sumario-- y la investigación interna del Instituto Armado sobre lo ocurrido.
Los hechos acontecieron la tarde del pasado martes, en el kilómetro 23 de la carretera A-405, un lugar en el que la Guardia Civil y el Equipo de la Policía Judicial de la Línea de la Concepción (Cádiz) habían establecido un dispositivo de vigilancia al objeto de localizar a un vehículo en concreto, según la versión oficial.
Por causas aún por esclarecer, cuando el coche en el que viajaba como copiloto el fallecido circulaba por este punto, uno de los agentes efectuó un disparo "fortuito" con su arma reglamentaria y desde unos 15 metros de distancia de la carretera, alcanzando al joven y causándole la muerte. En el momento del suceso, viajaban también su primo Francisco Clavijo y una tercera persona.
