La Guardia Civil informó en diciembre de la muerte masiva de inmigrantes procedentes de Mauritania

Actualizado: lunes, 20 marzo 2006 14:10


MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil contaba a finales de diciembre de 2005 con información que le permitía cifrar entre 1.200 y 1.700 el número de inmigrantes procedentes de Mauritania que habían perdido la vida en aguas del Océano desde comienzos del mes anterior, al intentar alcanzar las costas de Canarias en 'cayucos'. En una nota interna, a la que ha tenido acceso Europa Press, se advertía de que al desconocer los inmigrantes todavía en tierra el gran número de muertes que se estaban produciendo en el mar se esperaba un incremento de la salida de piraguas desde costas mauritanas.

Esa misma nota ya adelantaba las medidas que proponían las Fuerzas de Seguridad mauritanas para atajar el problema de la inmigración ilegal en su territorio, algunas de las cuales han sido adoptadas por el Gobierno español en su reunión del Consejo de Ministros de la semana pasada, tales como las patrullas conjuntas en el mar, mejores infraestructuras para albergar a los subsaharianos, y vehículos con los que poder transportarlos. "Con las anteriores medidas preventivas, Mauritania estaría dispuesta a repatriar a los inmigrantes a sus países de origen", afirmaba la Guardia Civil hace tres meses.

La nota informativa --bajo el epígrafe 'Asunto: Inmigración.

Fallecimiento masivo de inmigrantes'-- está fechada en 21 de diciembre y fue enviada por el subdirector general de Operaciones, José Manuel García Varela, al coronel jefe de la Zona de Canarias, Antonio Cañamero, cinco días después. Su objeto es que "se intensifiquen" las labores de vigilancia de los Servicios Marítimos Provinciales (SMP) y las Patrullas Fiscales Territoriales (PAFITEs).

El texto arranca con la información de que el director general de la Seguridad Nacional de Mauritania había reconocido el 19 de diciembre que 105 inmigrantes habían fallecido ahogados al intentar arribar a costas de Canarias en piraguas. "Sin embargo, se tiene conocimiento de que durante los últimos 45 días entre 2.000 y 2.500 inmigrantes se habrían embarcado en piraguas con el objetivo de llegar a las islas, de los cuáles sólo unos 800 ó 900 lo habrían conseguido, lo que supondría que entre 1.200 y 1.700 se habrían ahogado en aguas del Océano Atlántico", añade la nota del 21 de diciembre de 2005. Este mes de marzo, las cifras oficiales hablan de 3.500 subsaharianos llegados en los últimos 77 días a las costas de Canarias procedentes de Mauritania.

MAURITANIA PEDÍA COLABORACIÓN INTERNACIONAL

Por otra parte, la nota informativa traslada el análisis que hacen de la situación "responsables de los Cuerpos de Seguridad mauritanos" y que hace referencia a la situación en las localidades de Zouerat, Nouadhibou, Rosso y Nouakchott, y a la necesidad de la "colaboración internacional" para atajar el fenómeno inmigratorio ilegal.

En concreto, las peticiones de esos responsables mauritanos se refieren a la necesidad de vehículos con los que poder transportar a los inmigrantes que sean previamente detenidos desde el lugar del arresto hasta "puntos de retención" previamente establecidos. Este análisis llega a incluir donde las localidades que deberían albergar esos "puntos de retención": Zouerat, Nouadhibou, Rosso y Nouakchott.

Esos puntos deberían contar con "locales o tiendas de alojamiento, alimentos, asistencia sanitaria, etc", según recoge. Y añade: "Con las anteriores medidas preventivas, Mauritania estaría dispuesta a repatriar a los inmigrantes a sus países de origen, destacando la dificultad para el caso de los de origen asiático".

La nota, de 21 de diciembre, concluye adelantando una de las medidas tomadas por el Gobierno el pasado lunes: "Finalmente, atendiendo a la catástrofe en vidas humanas que está significando este nuevo método de inmigración ilegal hacia las ostas españolas, así como las perspectivas negativas que ofrece el futuro inmediato, cabe destacar los beneficios que podrían derivarse de la creación de patrullas mixtas hispano-mauritanas ya que, además de las interceptaciones que se llevarían a cabo, tendría un efecto disuasorio sobre los candidatos a embarcarse, que se traduciría en un descenso de pérdida de vidas".

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunció el pasado viernes, tras la reunión del Consejo de Ministros, la donación a Mauritania de cuatro patrulleras, varios vehículos de tracción mecánica para el control de fronteras y formación para las fuerzas de seguridad locales, así como la puesta en marcha de patrullas conjuntas, como ya se hace con Marruecos.

EL RUMOR DE QUE LA POLICÍA ESPAÑOLA SE RELAJA EN NAVIDADES

La información que incluye la nota de la Guardia Civil es tal que en otro párrafo --donde se explica que el desconocimiento de los inmigrantes que aguardan en Mauritania del abultado número de muertes en el Océano les hará persistir en su intento--, se explica también que entre los subsaharianos "corre el rumor de que, con motivo de las fiestas navideñas, existe una mayor relajación por parte de la policía española, que facilitaría su acceso al territorio español".

Asimismo, la nota de Guardia Civil dice que funcionarios mauritanos, siempre de manera oficiosa, culpan a Marruecos de lo que está ocurriendo por llevar a cabo "continuas deportaciones de inmigrantes en la frontera mauritano-marroquí". Así, menciona la "zona de nadie" existente entre los dos países, próxima a la localidad mauritana de Boulenoir, y de la que se dice que "se ha convertido en zona de paso habitual para la inmigración clandestina de origen subsahariano y asiático que, desde Marruecos, se introduce en Mauritania". De allí van fundamentalmente a Nouadhibou, continúa, lugar para embarcarse en las piraguas con dirección a Canarias.

DATOS DE INTELIGENCIA

La nota continúa con datos y análisis característicos de los servicios de Inteligencia, ya que asegura que el Ejecutivo mauritano está preocupado porque "de hacerse públicas las cifras reales sobre muertos, se deterioraría la imagen internacional de su Gobierno y, a su vez, provocaría la reacción de los colectivos de apoyo a los inmigrantes contra la política mauritana en materia migratoria y de derechos humanos".

En la misma línea, también explica que el segundo consejero de la Embajada de Senegal en Mauritania viajó de Nouakchott a Nouadhibou el 15 de diciembre de 2005 para reunirse con responsables del Gobierno de Mauritania, a petición de éstos, con el fin de abordar la llegada de inmigrantes ilegales desde el país vecino.