VALENCIA 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Inmigración y Ciudadanía de la Comunitat Valenciana, Rafael Blasco, señaló hoy que prohibir los regalos a los políticos a raíz del 'caso Gürtel' "sería como suprimir a los Reyes Magos de nuestro panorama y cultura" y eso es "excesivo".
Además, consideró "perverso" distinguir, como reclama la oposición, "quién entrega y en qué condición entrega" las dádivas porque para ello, dijo, se requeriría abrir "un fichero de cada uno que regala, conocer su currículum y saber si tiene su origen en algún sitio sospechoso". "Es ridículo haber llegado a este extremo", sentenció.
En una rueda de prensa para hablar de financiación, Blasco apuntó que "querer manchar la honorabilidad" de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, es "de una maledicencia fuera de todo común" y lo enmarcó en "la estrategia perversa del partido socialista, de usar los instrumentos del Estado de forma absolutamente partidaria y antidemocrática".
No obstante, advirtió de que aquellos que centren su estrategia en la "infamia y calumnia" tendrán un efecto 'boomerang' que les perjudicará en las próximas elecciones porque "la ciudadanía no les perdonará estos ataques absolutamente infundados y hechos con una maledicencia que se sale de lo común". De hecho, tras impartir una conferencia sobre sobre organización y gestión de una campaña electoral, admitió que aunque el 'caso Gürtel' supuso un "elemento distorsionador que hay que saber encajar" en los pasados comicios europeos, desde el punto de vista electoral fue "favorable" al PP.
Así, sostuvo que "la confusión del PSPV del seguidismo del impacto mediático y del intereses del algún medio de comunicación en función de su propia intencionalidad política" supuso a los socialistas valencianos un "error estratégico y táctico" y afirmo que si no cambian de estrategia en los próximos comicios también están abocados al "fracaso". "Al igual que pasó con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, pasará con Barberá", señaló.
Blasco subrayó que se trata de una campaña donde "el Gobierno socialista, los que le hacen la ola, y los instrumentos del Estado de una forma inconfesable se han puesto en servicio de una estrategia absolutamente loca en términos políticos" de la que están "abusando" para "distraer la atención respecto los problemas reales", como el paro y la crisis económica.
"Cada día buscan una cortina de humo para distraer su responsabilidad y en este caso están sobrepasando la raya de lo que debiera ser un debate político medianamente civilizado", mantuvo Blasco, quien recalcó que resulta "muy sospechoso que se haga aquí y no en otras partes donde sí que hay indicios de corrupción".