MADRID 21 May. (EUROPA PRESS) -
Los accidentes de tráfico no sólo cuestan la vida cada año a unas 2.000 personas sino que deja tras de sí a miles de familias afectadas por esta pérdida, según pone de manifiesto la 'Memoria Social del Seguro 2012' presentada este martes por la patronal de las aseguradoras Unespa, que señala que uno de cada tres perjudicados por una muerte en un siniestro es un hijo mayor de edad (32,9%).
Este porcentaje es prácticamente el mismo que el de padres afectados de este tipo de tragedias (32,5%), según el estudio llevado a cabo por las aseguradoras teniendo en cuenta los perfiles de los familiares que sobreviven a las víctimas mortales de accidentes y acceden a las indemnizaciones del seguro. Los cónyuges suponen un 15 por ciento, los hermanos un 10,4 por ciento, los hijos menores de edad un 9 por ciento y, finalmente, uno de cada 200 perjudicados en accidente de tráfico es abuelo de la persona fallecida.
A partir de 15.000 casos en los últimos doce años, Unespa ha tratado de trazar distintos tipos de familias afectados por los accidentes. Así, el caso más frecuente (el 23%) es el de una persona que deja tras de sí los padres únicamente. El siguiente perfil, que se produjo en un 6,4 por ciento de todos los casos, es en el que la víctima deja detrás un cónyuge y dos hijos mayores de edad. Es decir, la mayoría de las víctimas son o bien personas muy jóvenes (dejan detrás solo los padres) o víctimas de edad relativamente avanzada, con cónyuge e hijos mayores.
Si atendemos a la edad del fallecido, la media de la víctima de tráfico en España es de 38 años y 4 meses, habiendo grandes diferencias por comunidades autónomas, desde Madrid, donde la media es inferior a los 30 años, hasta Asturias , La Rioja o Galicia donde los fallecidos superan ampliamente los 45 años de edad media.
En la memoria se analizan estas y otras cuestiones, como el papel de las víctimas en el accidente de tráfico. Tres de cada cuatro iban en el vehículo implicado, ya que el 43 por ciento eran conductores y el 32 por ciento ocupantes. Uno de cada cinco fallecidos era peatón y un porcentaje cercano al 1 por ciento eran ciclistas.
En 2012, las aseguradoras podrían haber realizado una transferencia a los talleres de reparación y otros proveedores relacionados con la reparación de daños materiales en accidentes de tráfico equivalentes a 4.200 millones de euros. Mientras, las transferencias por indemnizaciones de daño corporal estarían en el entorno de los 2.000 millones de euros, siendo el coste de las asistencias sanitarias de unos 470 millones.
Según los cálculo de Unespa, el número de siniestros cuyo coste excede la totalidad de recursos de que dispone un hogar en un año es de 6.128, con un coste de 797 millones de euros, por lo que la patronal concluye que la existencia del seguro del automóvil evita la ruina económica, cada año, a no menos de 6.000 hogares en España.