La Iglesia señala que "no es muy pedagógico" para los niños "por contradictorio" celebrar Halloween y Todos los Santos

Actualizado: martes, 31 octubre 2006 18:13

"¿Qué idea de la muerte queda en el corazón del que se disfraza de calavera y juega", se pregunta el director de Liturgia del Episcopado

MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Iglesia afirmó hoy que celebrar 'Halloween' es "contradictorio" con la fiesta católica del día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos y que "no es muy pedagógico" para los niños.

Concretamente, el director de la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el padre Joan María Canals, explicó a Europa Press que existe una contradicción desde el punto de vista pedagógico e indicó que cuando fallece un ser querido se procura que los niños no estén delante del cadáver, mientras que en la fiesta de Halloween, basada en el miedo, la muerte, los muertos vivientes, la magia negra y los monstruos místicos, se disfraza a los menores empleando todos estos elementos.

"Una cosa es la realidad y otra el juego y entre medio están los niños. La muerte no es un juego ni una fiesta para divertirse un día al año. ¿Qué idea de la muerte queda en el corazón del niño que se ha disfrazado de calavera y ha estado jugando?", se preguntó el padre Canals. "Por una parte, los colegios y los propios padres instan a sus hijos a disfrazarse en Halloween y, por otra, cuando llega la muerte de un ser querido, ¿qué pasa?", se planteó.

A su entender, por tanto, hay que dar a Halloween "un sentido cristiano", ya que se celebra el día en el que la Iglesia católica "hace memoria de todos los que gozan en el cielo contemplando al Señor". Así, señaló que hay que explicar a los niños que "es un día para mirar al cielo y contemplar que hay una multitud de personas que han vivido en la tierra y han muerto en gracia del Señor", que hay que "rezar por los que están en camino para que lleguen a ver al Señor después de haber purificado sus culpas".

La fiesta de Halloween ('All Hallow's Eve') se celebra principalmente en la noche del día 31 de octubre al 1 de noviembre, día de Todos los Santos según el calendario de la Iglesia católica. "Hay muchas costumbres que se pueden adaptar y otras, desde un sentido cristiano, no", aseveró el director de Liturgia de la Iglesia.

Halloween se originó en Irlanda en la cultura celta para celebrar el inicio del año nuevo, sentido que ha evolucionado con el tiempo. De ahí se trasladó a EE.UU. mediante los emigrantes irlandeses en el siglo XIX. Por su parte, ya en el siglo IV se encuentran en Oriente algunos indicios de la fiesta de Todos los Santos y se sabe que se celebraba en Roma en el siglo VII, estableciéndose posteriormente su celebración el 1 de noviembre.

"VEMOS MÁS ALLÁ: ESPERANZA DE VIDA".

"En Halloween no se ve el sentido de muerte como lo vemos los cristianos, ya que nosotros vemos más allá. Para el cristiano no termina todo aquí. Miramos hacia una esperanza de vida y resurrección", explicó.

Por ello, continuó el padre Canals, la Iglesia celebra Todos los Santos y hace memoria de los Fieles Difuntos un día detrás de otro. La primera celebración consiste en recordar a todas las personas buenas, que han muerto en gracia de Dios, que han vivido en Evangelio según las Bienaventuranzas --precisamente el Evangelio de mañana miércoles-- que están en el Cielo y que, por no haber sido beatificados ni canonizados, no tienen una celebración en un día determinado, como Santa Teresa de Calcuta o San Francisco Javier.

Al día siguiente, el 2, la Iglesia recuerda a aquellos que han muerto, los seres queridos, rogando "por todos los que todavía están en camino para llegar a ser santos y están purificando sus culpas en el Purgatorio".

"ORACIONES MÁS QUE FLORES".

"Ellos necesitan principalmente nuestras oraciones, mucho más que las flores. La visita al cementerio es una piadosa costumbre, pero no nos quedemos solamente con las flores y la visita. Ellos esperan de nosotros mucho más, y es una plegaria que brote de lo hondo de nuestro corazón", insistió.

"Hay que saber compaginar ambos días: unos han llegado al cielo y otros están en camino todavía purgando por sus faltas", señaló Joan María Canals, que afirmó que la dificultad radica en que sólo es festivo el día de Todos los Santos y que, por ello, se aprovecha para visitar cementerios.

Con todo, el padre Canals cree que "por razones pedagógicas" es necesario evitar que los disfraces para niños con signos "que no son educativos para su edad", que se han introducido "por consumismo u ocultismo", ya que pueden "afectar a su sensibilidad, a pesar de ser un juego". "Deben de disfrazarse con vestidos que les lleven a contemplar el cielo y que les animen a realizar obras buenas y guardar en su corazón la memoria de un día gozoso y alegre, como es el día de Todos los Santos", concluyó.