MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla decretó hoy prisión preventiva para Irene C.C., la joven boliviana de 20 años detenida el pasado lunes por su presunta implicación en la muerte de un menor que cuidaba en el barrio sevillano de Nervión. Además, el otro implicado de 19 años y también boliviano, José Milton M.S., que fue detenido ayer por su presunta implicación en los hechos, fue puesto en libertad condicional con cargos. A ambos se les imputan los delitos de abandono de un menor y homicidio imprudente. La investigación sigue abierta.
Según explicó hoy el abogado de oficio designado a ambos jóvenes, José Ignacio Ruiz Vergara, a los dos presuntos implicados se les imputan los delitos de abandono de un menor y homicidio imprudente, aunque al ser distinta la participación del varón, éste quedó en libertad provisional con la obligación de comparecer ante la justicia dos días al mes, concretamente en las fechas 3 y 17. Peor suerte ha corrido la niñera, que ingresó hoy en prisión preventiva tras prestar declaración durante hora y media. Ésta fue detenida después de que el pasado lunes abandonara al niño de ocho meses al que cuidaba, el cual requería cuidados especiales por la parálisis cerebral que sufría.
El segundo implicado fue detenido ayer después de que los agentes encontraran en el bolso de la arrestada la tarjeta de la Seguridad Social del joven. Además, tras su arresto, se pudo comprobar que éste tenía en su poder una de las llaves del domicilio donde la joven cuidaba al menor fallecido. Según la madre del acusado, su hijo tenía las llaves como una "prueba de amor" ya que se cambiaron los objetos después de conocerse y "hacerse novios". De ahí que ella tuviera la tarjeta de la Seguridad Social de su hijo en el bolso.
UNA RELACIÓN DE SIETE DÍAS TRUNCADA
Según explicaron los implicados, se conocieron el pasado sábado en una discoteca en la zona de Bami. Tras bailar y conversar unas horas, la joven decidió ir al cuarto de baño, diciéndole a José Milton "que volvería en unos minutos". Así, ante la duda que el joven mostró de que ella realmente volviera, ésta le entregó como garantía una llave del domicilio donde cuidaba al menor, mientras que el joven le entregó, bajo los efectos del alcohol, su tarjeta de la Seguridad Social. Al volver de los aseos, comprobó como el joven bailaba con otra mujer, con lo que, según aseguró el abogado, a su defendida le "dio corte acercarse" y finalmente se fue de la discoteca, olvidando que José Milton tenía la llave del piso y llevándose ella en su bolso su tarjeta.
Al no poder entrar en el domicilio, donde se encontraba el menor, dejado a su cargo desde que sus padres se fueron de viaje a Ceuta a celebrar el cumpleaños del abuelo materno, la joven buscó en los barrios de alrededores de la discoteca al joven sin éxito. Ya el lunes, los padres llamaron a primera hora de la tarde para decir que volverían por la noche. En ese momento, Irene se puso nerviosa y les dijo que tenía que ir rápidamente a su país porque había fallecido su madre. Cuando el matrimonio llegó al piso encontró al menor solo y "en mal estado de salud", por lo que acudieron corriendo al Hospital Virgen del Rocío, donde se certificó su fallecimiento.
INVESTIGACIÓN ABIERTA
Mientras, los agentes policiales continúan investigando el caso que aún presenta muchas incógnitas. Los padres del pequeño fallecido ya declararon sobre los hechos, sin que, según fuentes policiales, lo hayan hecho por el momento en calidad de imputados, sino "simplemente para recabar datos y tener toda la perspectiva posible del caso".
Según la Policía, todo está en plena investigación y no se puede descartar ninguna hipótesis pese a que en los primeros análisis del cuerpo no aparecieron señales de malos tratos. El hecho de que la cuidadora del pequeño no haya acabado, supuestamente, de manera intencionada con la vida de éste no significa que no haya incurrido en delito, ya que dejarlo desatendido también supone una falta penal. El niño recibió ayer sepultura en el Cementerio de San Fernando de la capital hispalense, en una ceremonia íntima tras un responso realizado en el tanatorio.
