MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, advirtió hoy de que la religión no puede convertirse en un obstáculo para la integración, adicional al riesgo de desarraigo que siempre conlleva la migración a otro país.
Rumí participó en el Congreso de los Diputados en el acto inaugural del seminario 'Construyendo comunidades con futuro: los musulmanes en España y en el Reino Unido'. El acto está organizado por la Embajada de Reino Unido en España y fue presidido por su titular, el embajador Stephen Wright, y el presidente del Grupo de Amistad con la Cámara de los Comunes, Jordi Vilajoana Rovira.
"La convivencia de diferentes culturas exige un esfuerzo de comprensión y tolerancia en ambas direcciones --explicó--. Tan importante es la capacidad del conjunto de la sociedad para aceptar lo nuevo, como la voluntad del recién llegado para asumir derechos y obligaciones", explicó la secretaria de Estado.
En este sentido, aseguró que la convivencia requiere de flexibilidad y voluntad de entendimiento por parte de todos. De esta forma, aseguró que la sociedad española está a tiempo de evitar la consolidación de bolsas de marginación social, como ha sucedido en otros países europeos. "Promoviendo ahora con inteligencia la diversidad, promoveremos un nuevo modelo de convivencia futura", aseguró.
LIDERAZGO MUSULMÁN EN ESPAÑA
El acto inaugural contó con la exposición de la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid Gema Martín Muñoz, que defendió la conformación de un liderazgo representativo de los musulmanes en España para ser interlocutor del Gobierno y defender la libertad de culto y práctica religiosa. "Este liderazgo musulmán no supone quedar solo en el debate de las cuestiones que le afectan directamente sino participar en todos los debates políticos y sociales del país", indicó.
También debería supervisar la islamofobia. De hecho, reclamó legislación contra este rechazo en los países europeos al igual que la que se desarrolló contra el antisemitismo. A su juicio, Europa no reconoce que el odio al islam es uno de los principales riesgos de racismo en la actualidad. "Si no se reconoce que existe islamofobia, se disculpa y minimiza el fenómeno", recalcó.
Martín Muñoz no quiso entrar en la confrontación de los modelos asimilacionista (Francia) o multiculturalista (Reino Unido) de integración, pero apuntó que el segundo de ellos tiene aspectos positivos. Por ejemplo, afirmó que ha favorecido la colaboración entre los poderes públicos y las organizaciones que representan a los musulmanes, así como la emergencia de una dinámica interna dentro de la comunidad musulmana para participar en la vida pública del país.
No obstante, reconoció que, junto a estos beneficios, el multiculturalismo, según sus críticos, genera aislamiento, protagonismo del grupo frente al individuo, fragmentación de comunidades, dependencia de las minorías de los apoyos públicos y discriminación positiva. "Pero no podemos atribuir las grietas del multiculturalismo a los musulmanes", dijo, tras recordar que este modelo, presente en Reino Unido, está siendo sometido a reforma para su transformación.
