ALICANTE, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
El tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial de Alicante ha juzgado este martes a un profesor de idiomas acusado de varios delitos de corrupción de menores cometidos contra siete adolescentes, con quienes mantenía supuestamente relaciones sadomasoquistas que grababa en vídeo.
El acusado ha declarado durante la vista que "en todo momento" cuando mantuvo las relaciones los chicos eran mayores de edad y ha asegurado que no les pagaba por sexo, sino que les daba dinero por el desplazamiento hasta su casa.
El fiscal solicita más de 17 años de cárcel para el acusado con penas de entre uno y cuatro años de cárcel por cada uno de los seis delitos de corrupción de menores por elaboración de material pornográfico y un delito de inducción, promoción, favorecimiento o facilitación a la prostitución de un menor de edad de los que le acusa.
Según su declaración, él contactaba con los chicos a través de internet, bien en páginas de contactos, o bien a través de un anuncio para comprar zapatillas deportivas usadas, ya que, como ha señalado, las colecciona desde 2008.
Estos contactos se produjeron al parecer entre 2008 y 2013 tanto en el domicilio del acusado, en Alicante, como en la casa de sus padres, en San Juan Playa. Asimismo, ha asegurado que las grabaciones se hacían por consenso y que la cámara estaba "delante de sus narices".
Este dispositivo lo compró en 2009 y ha argumentado que se puede comprobar la fecha de todos los vídeos. En el registro efectuado por la Policía Nacional en los domicilios se intervino diverso material informático.
Asimismo, ha defendido que "entrenaban" deportes de contacto y que por ello los muchachos le propinaban golpes y patadas, que él intentaba esquivar. De este modo, ha dicho que las relaciones que mantenían eran "con normalidad".
El acusado ha señalado que uno de los chicos mentía cuando dijo que le pagaba por mantener relaciones sexuales. También ha asegurado en uno de los encuentros él fue el que se sintió "violado". Además, ha declarado que cuando supo que otro de los chicos venía acompañado de un menor, los tres pactaron que éste no participara y le prohibió quitarse la ropa.
