FERROL, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
Isabel Gómez, madre del marino Erik Noval, uno de los dos que fallecieron en la explosión de la caldera de la Fragata Extremadura el 19 de diciembre de 2005, considera que el adelanto del fallo judicial, conocido este lunes, demuestra "que algo falló y se hizo mal", puesto que aunque se absuelve de responsabilidad al jefe de máquinas plantea una posible sanción por responsabilidad disciplinaria y abre una vía para la reclamación patrimonial al Estado.
La sentencia se conocerá a finales de septiembre, pero el adelanto del fallo transmitido a la abogada de la acusación, Eva Añón, indica que tanto el teniente de navío Pablo Varela --jefe de máquinas-- como el suboficial de máquinas Alonso García-Paredes que estaba de guardia pudieron incurrir en una responsabilidad "disciplinaria por no haber transmitido las novedades al comandante del buque".
Isabel Gómez ha lamentado la decisión judicial, al entender que el "fallo es muy contradictorio", por reconocer una posible responsabilidad disciplinaria pero no penal. A su juicio, "el teniente de navío no actuó como debía porque, si no", ella tendría a su hijo consigo.
En septiembre, cuando se comunique la sentencia, la acusación particular estudiará si presenta recurso para demandar la responsabilidad patrimonial del Estado, debido a que el mantenimiento de la fragata podía no ser el adecuado, "al no haber pasado las revisiones pertinentes".
La Fiscalía Militar y las dos acusaciones particulares solicitaban entre 1 y 3 años de prisión "por ineficacia en el servicio". Además, la acusación pedía responsabilidades civiles que, en ambos casos, superaban los 300.000 euros. Por su parte, la defensa solicitaba la libre absolución del procesado, alegando que el accidente se produjo por "un fallo material" en el tubo de bajada de la caldera.
La explosión de la Fragata Extremadura se había producido cuando estaba atracada en el Arsenal militar de Ferrol.
