MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Madrid ha propuesto a los eurodiputados que hoy visitan la ciudad, para recabar información sobre las obras de remodelación de la M-30, que haya declaración de impacto ambiental para los tres proyectos pendientes de ejecución en la zona norte (by pass norte y su conexión con la A-1) y que la misma sirva para evaluar los efectos del conjunto de la obra.
Así lo explicó en rueda de prensa la concejala de Urbanismo, Pilar Martínez, tras la reunión que la delegación comunitaria mantuvo hoy en la Casa de la Villa con el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, quien estuvo acompañado por su equipo de gestión en el Área de Urbanismo.
Según Martínez, la propuesta municipal figura en la respuesta que el Ayuntamiento trasladó el pasado día 20 al Ministerio de Asuntos Exteriores, de cara al informe que éste deberá enviar como contestación a la carta de emplazamiento de la Comisión de la Comunidad Europea y que motivó, además, la visita hoy y mañana de una delegación de eurodiputados.
Tras indicar que las obras de la M-30 cumplen rigurosamente las normas de control ambiental y toda la legislación española, precisó que el problema ha surgido porque la Unión Europea no distingue claramente entre carretera, autopista y vía rápida, al tiempo que señaló que todas las sentencias y resoluciones dictadas hasta la fecha dan a la razón al Ayuntamiento cuando dice que la M-30 es una vía urbana y, por tanto, cualquier actuación en ella no requiere declaración de impacto ambiental.
SOLUCIONES
Acto seguido, indicó que ante opiniones contrarias sobre si la M-30 es o no es una vía urbana, una carretera o una autopista, cabían tres vías de solución: seguir las obras y esperar que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronunciara en su momento sobre esta cuestión; modificar las leyes europeas para aclarar esos conceptos o trasponer el derecho español a lo dictaminado por las autoridades comunitarias. En este sentido, subrayó que como el Ayuntamiento no tiene potestad para modificar las leyes, ya sean europeas o nacionales, ha propuesto la declaración de impacto ambiental de cara a las obras a ejecutar en la próxima legislatura en la zona norte de la M-30.
Así, precisó que para solucionar el conflicto, el Ayuntamiento se dirigirá a la Comunidad de Madrid para que someta los tres proyectos pendientes de ejecución en la zona norte a declaración de impacto ambiental, donde también se analizarán los efectos del resto de la obra, que, según Martínez, estará acabada cuando finalice la presente legislatura. En caso de que hubiera que hacer alguna modificación sobre las obras en marcha, a tenor de dicha declaración ambiental, el Ayuntamiento recurriría al trámite previsto para estos casos.
No obstante, la edil de Urbanismo precisó que los tres proyectos pendientes de ejecución en la zona norte corresponden dos al by pass norte y un tercero a su conexión con la A-1, y significó que los mismos dependen de la prolongación del Paseo de la Castellana, proyecto que, según recordó, está paralizado por la Administración central.
Para ello, el Ayuntamiento se dirigirá al Gobierno regional para que éste haga uso de la potestad del artículo 6 de la Ley de Evaluación Ambiental de Madrid, "que le permite someter a evaluación ambiental proyectos no incluidos en los anexos de la ley, y por tanto no sujetos a tal evaluación", y una vez que la Comunidad decida someter los nuevos proyectos a evaluación, la Administración local realizará el estudio de impacto ambiental, "de forma que se evalúen todos los impactos del proyecto, así como los acumulados del conjunto de la reforma de la M-30".
En otro momento de su intervención, Martínez comentó que el Ayuntamiento espera que esta propuesta, "que es beneficiosa para la ciudad de Madrid, ofrezca también satisfacción a la Comisión de la Comunidad Europea", y agregó que, en principio y a tenor de los contactos mantenidos en las últimas fechas, la misma es aceptada por la Administración central.
Por último, comentó que el Ayuntamiento ha facilitado información a los visitantes sobre diversas cuestiones técnicas relacionadas con las obras en la zona sur y restó importancia al hecho de que la eurodiputada popular que integra la Comisión de Peticiones de la UE no forme parte de esta delegación.
En este punto, indicó que los visitantes son políticos, "y no inspectores", que defienden lo mismo que sus compañeros de Madrid, y agregó que, por lo que le habían transmitido, la eurodiputada en cuestión no acudió a Madrid ante la posibilidad de que la misma fuera instrumentalizada desde el punto de vista político, tal y como ocurrió con una visita reciente a Paterna (Valencia).
