MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Fiscal de Sala para la Violencia contra la Mujer, Soledad Cazorla, reconoció hoy que las cifras de víctimas mortales a causa de la violencia de género en 2006 --61 fallecidas-- "producen desconsuelo" y aseguró que, si bien la Ley Integral "contribuye a poner todos los medios para proteger a una mujer, no cambia una sociedad".
En declaraciones a Europa Press Televisión, Cazorla aseguró que "una ley por sí sola no cambia el fenómeno de la violencia de género", y consideró que "educar en valores de igualdad de género va a llevar tiempo", pues la sociedad lleva arrastrando el fenómeno de la discriminación de sexos "toda la vida".
En este sentido, abogó por "reeducar a una sociedad en los valores de igualdad", y sobre todo "educar a los niñas y niñas que empiezan en el colegio". Pero, para Cazorla, "la educación no es sólo una asignatura teórica sobre igualdad, tolerancia y dignidad" que se imparte "en las escuelas", por lo que pidió al mismo tiempo "una reacción de las familias y de los ciudadanos".
Para la fiscal es importante que una vez que los niños y los jóvenes reciben normas teóricas en los centros educativos, cuando vuelven a sus hogares "vean que hay actuaciones igualitarias" entre sus padres. "No tienen que ver sólo teoría sino un vivir en la igualdad", subrayó.
DENUNCIAR.
Cazorla insistió en la necesidad de que "las mujeres denuncien", si bien reconoció que las agredidas "tienen miedo" puesto que dar ese paso significa "romper con toda una vida con la pareja manteniendo una relación afectiva".
Al mismo tiempo, mencionó que hay que tener en cuenta "un componente de dependencia" en estas situaciones y explicó que iniciar el camino de la denuncia supone para la mujer "plantearse una vida diferente, sin el agresor, y puede tener miedo". Sin embargo, la fiscal reconoció que las víctimas "están denunciando" y "se las está protegiendo".
Para Cazorla es importante que las mujeres sepan que "pueden contar con la sociedad, que les tiende la mano para que logren independencia y autonomía" cuando denuncian actos de violencia de género. La ley integra en una sola "todas las medidas que pueden acompañar a la mujer desde el momento que quiere denunciar", explicó.
INMIGRACIÓN.
Por otro lado, Cazorla reconoció que "el fenómeno migratorio tiene también su traducción en las denuncias y en la violencia de género". Por ello, quiso lanzar "un mensaje a la mujer inmigrante para que no sufra los malos tratos, que no crea que por no tener papeles o estar en una situación de irregularidad debe tener más miedo".
Así, puntualizó que el miedo debe tenerlo "el agresor" e insistió en que la mujer "denuncie los hechos pues la ley integral le reconoce los derechos como persona".
Otro de los conceptos que Cazorla destacó fue la convivencia en igualdad, y aseguro que cuando este extremo se logre se bajaran "las cifras de maltratadores". Y es que el problema surge en aquel "sector de la población que no se cree los derechos fundamentales". "Cuando se viva la vida con parámetros de paridad y de igualdad cambiarán mucho las cosas", aseveró.
Por último, señaló que "la ley habla de factores de prevención y estrategias de sensibilización" y ambos son importante "para bajar las cifras y los maltratadotes". Aunque hay que "lograr la educación y la sensibilización", por otro lado "es indispensable reprimir esas conductas", concluyó.
