BARCELONA, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente electo de la Generalitat, José Montilla, en su primera aparición en público tras el pleno de investidura, encabezó este mediodía en Barcelona en la conmemoración del Día internacional contra la violencia de género, donde se leyó un manifiesto y se hizo un minuto de silencio, al que también asistió el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu.
Asimismo, acudió la presidenta del Institut Català de les Dones (ICD) de la Generalitat, Sara Berbel, y representantes de todos los partidos; entre ellos, los consellers de Salud, Marina Geli (PSC); de Trabajo e Industria, Jordi Valls (PSC), y de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar (ICV-EUiA); la concejala barcelonesa y diputada convergente del Parlament Joana Ortega, según informó CiU; el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz; la diputada de ERC en el Congreso Rosa Bonàs, y el diputado de C's en el Parlament José Domingo.
El documento fue leído por la doctora en filosofía Victòria Sau y estaba subscrito por la Generalitat de Catalunya, las diputaciones de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona, la Federación de Municipios de Catalunya y la Asociación Catalana de Municipios y Comarcas.
En la proclama se expresó "el más rotundo rechazo a la violencia de género", así como se llamó a "emplear todos los esfuerzos, todos los recursos y todas las voluntades" para erradicarla de la sociedad.
Sau destacó la necesidad de "un trabajo conjunto de todas las administraciones públicas y la ciudadanía en la lucha contra esta chacra" y abogó por "un cambio cultural que contribuya a la equidad de género y al reconocimiento del derecho a gozar de una vida libre de violencia".
Finalmente la filósofa expresó "la solidaridad con todas las mujeres que sufren y han sufrido la violencia y el reconocimiento a todas aquellas que han muerto a lo largo del año en manos de sus parejas o exparejas", y recordó que para ellas era este homenaje.
Tras la proclama se hizo un minuto de silencio en memoria de todas las mujeres que han sido víctimas mortales de la violencia de género, y a continuación un grupo de mujeres vestidas completamente de negro, con la cabeza cubierta con pañuelos también negros, realizaron una coreografía alusiva en la que desplegaban una tela roja.
Además, el balcón del Ayuntamiento estuvo presidido por un lazo, como símbolo de solidaridad con las mujeres maltratadas.
