MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de los países ricos, entre ellos España, reciben un "suspenso" en la ayuda a la educación que destinan a los más pobres, según un informe de la Campaña Mundial por la Educación hecho público en la cumbre del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial que se celebra en Singapur.
"La cartilla escolar de los países más ricos del mundo deja mucho que desear. La mayoría reciben un suspenso en su objetivo de destinar suficiente ayuda a la educación básica e incumplen así sus compromisos para lograr una educación universal en 2015", refleja el informe en sus conclusiones. En este sentido, subraya que los países más ricos están poniendo en peligro el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
Según el informe, de una clase de 22 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), más de la mitad (12) suspenden. España (en el puesto 19), es uno de los que reciben peores calificaciones. Estados Unidos, el país más rico del mundo, se sitúa en la penúltima posición y otros países del G8 como Alemania, Italia o Japón también "deberán mejorar sustancialmente".
Para lograr los objetivos de "Educación para Todos" comprometidos en Dakar en el año 2000 se necesitan como mínimo 7.000 millones de dólares anuales. El informe calcula la cuota equitativa, según su PIB, con la que cada país del Norte debería aportar para alcanzar este objetivo.
Así, España tendría que multiplicar por cinco su ayuda destinada a educación básica para cumplir con los cerca de 250 millones de dólares que le corresponden. En el 2006 se ha comprometido tan sólo con 55 millones de dólares, recordó la ONG Intermón Oxfam en un comunicado.
El informe no sólo examina la cantidad de la ayuda necesaria para cumplir los objetivos de 2000, sino que también analiza la calidad de la ayuda para garantizar que los recursos llegan de la manera más eficiente a quienes más lo necesitan.
ATENCION PREFERENTE A LAS NIÑAS
Según el texto, las niñas de los países pobres deben recibir una atención preferente, ya que hay una correlación directa entre el número de años que una menor va al colegio y el papel de la mujer como promotora de hábitos saludables y educadora de su entorno más cercano. La educación es, en palabras del ministro británico de Economía, Gordon Brown, "la mejor inversión para el desarrollo".
El documento revela además que muy pocos países donantes apoyan realmente la Iniciativa Vía Rápida (FTI, por sus siglas en inglés) que se lanzó en 2002 para asegurar que los países donantes incrementan sus recursos dirigidos a educación básica y se destinan a donde más se necesita. Bajo este acuerdo, los dirigentes mundiales se comprometieron a que ningún país en vías de desarrollo que demostrara un compromiso con la educación tuviera problemas de financiación.
Hasta el momento se ha dado luz verde a los planes educativos de 20 países, pero "desgraciadamente", esto no ha venido acompañado de los recursos necesarios para llevarlos a cabo, valoró la ONG. Según la CME, se necesitan como mínimo 415 millones de dólares adicionales para que estos 20 países puedan financiar sus planes de educación básica. Está previsto que en los próximos dos años 40 países se integren en la FTI y así se apoyaría al 70% de los niños del mundo que están excluidos del sistema educativo. Sin embargo, "la falta de apoyo de los donantes hace peligrar este objetivo".
"Los líderes mundiales deben aportar su cuota equitativa a la FTI; es la única manera de cumplir sus promesas hechas a los 100 millones de niños y niñas que todos los años se quedan a las puertas del colegio, esperando algún día poder entrar", ha estimado la coordinadora de la Campaña Mundial por la Educación (CME) en España, Marina Navarro.
POCOS AVANCES DE ESPAÑA
A pesar de que España ha mostrado "algunos" avances en los últimos años en sus aportaciones al FTI, éstas aún se quedan "muy lejos" del objetivo deseado. Entre Austria, España y Suiza podrían cubrir la brecha financiera que tiene esta iniciativa si incrementaran su AOD hasta el 0,33% del PIB y destinaran el 8% de la misma a la educación básica de los países menos desarrollados.
"España ha dado un primer paso, apoyando y aportando fondos a la FTI, pero el esfuerzo es todavía insuficiente. El Gobierno debe aspirar a estar a la altura de lo que le corresponde aportar en educación según nuestro nivel de renta, y comprometer los fondos que la comunidad internacional nos demanda", añadió Navarro.
"Algunos países muestran que este reto es posible y que se pueden hacer las cosas bien", apuntó Intermón Oxfam. Noruega, Suecia, Países Bajos y Dinamarca están entre los primeros de la clase, mientras que Irlanda y Luxemburgo han hecho "grandes esfuerzos" por incrementar su ayuda y coordinarse con otros donantes.
El informe alaba también a Reino Unido por asumir un liderazgo al anunciar un plan a 10 años y permitir que la ayuda se destine a la contratación, formación y permanencia de docentes cualificados.