Moratinos aborda hoy el problema de la inmigración clandestina con cinco responsables subsaharianos

Actualizado: martes, 27 junio 2006 10:40


PRAIA, 27 Jun. (EUROPA PRESS/Antonio Rodríguez) -

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, abordará hoy el problema de la inmigración clandestina hacia España con responsables gubernamentales de cinco países de la región subsahariana, dentro del segundo y último día de su gira africana.

Moratinos firmará en primer lugar con las autoridades de Cabo Verde dos convenios: el primero es un acuerdo de lucha contra la criminalidad organizada y lucha contra la droga y el segundo, una declaración política que pone "las bases para el futuro acuerdo de inmigración de 'segunda generación'" entre ambas partes, tal y como indicó ayer en su primera jornada en la capital de este archipiélago, Praia.

Este tipo de convenios que España ofrece a sus socios del África subsahariana incluyen un marco para la readmisión o repatriación de ciudadanos en situación irregular, así como el compromiso español de negociar cuotas de inmigración legal, nuevas ayudas para la cooperación y desarrollo, y el apoyo para un refuerzo institucional y político de estos países.

Cabo Verde cuenta con diez islas encuadradas frente a Senegal, Gambia y Mauritania, por lo que forma parte del denominado 'triángulo de inmigración' por donde operan las mafias que trafican con seres humanos. Si bien este país no plantea problemas migratorios a España --sólo cinco caboverdianos han entrado ilegalmente en territorio español durante este año 2006--, puede convertirse en zona de tránsito entre la parte continental africana y las costas españolas de Canarias.

El ministro viajará a continuación a Gambia, país que organiza una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Africana (UA) antes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de primeros de julio en la capital del mismo, Banjul. Moratinos se entrevistará allí por separado con sus homólogos de Gambia, Sidi Morro Sanneh; de Guinea Bissau, Soares Sambu; y de Guinea Conakry, Sidibe Fatumata Kaha; así como con el presidente de la Comisión de la UA, Aphar Omare Konaré, con quien analizará el papel de la UA en la próxima Conferencia euroafricana de migración y desarrollo que se celebrará en Rabat los próximos 10 y 11 de julio.

Moratinos insistirá a los responsables de Gambia y Guinea Conakry en entrar a negociar un acuerdo de 'segunda generación' con España, mientras que con su homólogo de Guinea Bissau intentará mantener el grado de cooperación que existe entre ambos países en lo relativo a vuelos de repatriación desde territorio español, a cambio de intensificar las negociaciones de un convenio global migratorio.

De acuerdo con los datos obtenidos, la relación de países de origen de los que proceden los inmigrantes llegados a la Península entre enero y mayo la encabeza Mali, con 1.951 personas trasladadas desde Canarias, seguida de Senegal, que alcanza la cifra de 1.117 'sin papeles', y de Gambia, con 922 personas transportadas desde el archipiélago; mientras que Costa de Marfil cuenta con 662, Guinea-Bissau suma 344 inmigrantes llegados a la Península, y Guinea Conakry, un total de 316 personas.

Aunque de forma mucho menos significativa, dentro de los países que aportaron inmigración a la Península entre enero y mayo se encuentran, por este orden, Mauritania, Liberia, Sierra Leona, Burkina Faso y Sudán. En este sentido, Moratinos tiene previsto concluir su gira en Mauritania, donde se reunirá con el presidente del país y su homólogo mauritano.

AYUDA A MAURITANIA

Este país frontera entre el Magreb y el África subsahariana pasa por ser, junto a Senegal, el que más ayuda recibe en estos momentos de España para la lucha contra la inmigración clandestina tras la última oleada de inmigración irregular a las costas canarias. La última aportación del Gobierno a la lucha contra los 'cayucos' que intentan llegar a territorio español consiste en cuatro patrulleras, tres todoterrenos, un autobús y 25 ordenadores que la Guardia Civil donará a la Gendarmería Mauritana durante el mes de julio.

Estos medios materiales se unen a otros que ya ha puesto la Guardia Civil a disposición de las autoridades mauritanas, ya sea en régimen de colaboración o formando a los miembros de sus Fuerzas de Seguridad, en el intento de frenar las salidas de los cayucos al Atlántico. La patrullera española 'Río Duero' acaba de cumplir un mes en aguas mauritanas con una tripulación mixta de guardias civiles y gendarmes mauritanos que ya han interceptado a más de 230 inmigrantes irregulares. Aún permanecerá otros dos meses más en el océano Atlántico, pendiente de una ampliación en el acuerdo de colaboración.

A pocas millas de la costa mauritana, navegará también, desde mediados de julio y durante al menos 4 meses, el buque de vigilancia aduanera 'Petrel', con la ventaja de que, por sus dimensiones, al interceptar un cayuco, no tendrá que regresar al puerto para dejar a los inmigrantes.

El 'Petrel' ha sido utilizado en el pasado en operaciones contra el narcotráfico y está habilitado para albergar en su interior a decenas de personas, cuenta con un sofisticado sistema de detención de embarcaciones y transporta lanchas rápidas. La embarcación, con cuatro guardias civiles y cuatro gendarmes mauritanos, está capacitada para desplazarse a la frontera con Senegal, de donde las Fuerzas de Seguridad española, sospechan se pueden trasladar, la mayoría de las salidas de cayucos en respuesta a la presión que supondrán todas estas medidas.

Asimismo, un helicóptero del Instituto Armado comenzará también en julio a sobrevolar la zona con el objeto de alertar a las embarcaciones de la presencia de cayucos. La mayoría de estas donaciones serán transportadas a Mauritana por el barco comandante 'Casal' de la Guardia Civil, a excepción del autobús que tendrá que hacer la mayor parte de su recorrido por carretera a través del desierto de Sáhara.

Las autoridades mauritanas insisten al Ejecutivo español en lo costoso que les resulta mantener su combate contra la inmigración ilegal que, según sus propias cifras, arroja un resultado de 500 devoluciones mensuales este año desde su territorio a países del África subsahariana. La aportación económica de estos acuerdos, incluidos en el proyecto Atlantis, ascienda a 400.000 euros, sufragados por la Comisión Europea y la Guardia Civil.