MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
Al menos 17 inmigrantes senegaleses murieron de hambre y sed a bordo de un cayuco que pretendía alcanzar las costas de las Islas Canarias. Las autoridades mauritanas rescataron la embarcación en aguas cercanas a Cabo Blanco, al norte del país, y la Media Luna Roja de Mauritania confirmó el hallazgo de los cuerpos. Ésta es tan sólo una de las embarcaciones que como tantas otras intentan llegar a nuestro país desde distintos países africanos. Dos de estas pateras llegaban durante el día de hoy al puerto de Los Cristianos en Tenerife, lo que supone que tan solo en esta jornada un total de 158 ilegales hayan desembarcado en las islas.
Según informó la Media Luna Roja mauritana, en el cayuco encontrado viajaban unas 95 personas que salieron de Senegal el pasado 26 de julio rumbo a Canarias. Al aproximarse a las costas de Lanzarote, la embarcación fue detectada por los efectivos de seguridad, lo que hizo que sus ocupantes se asustaran e intentaran dar la vuelta. De esta manera fue la maniobra lo que hizo que el cayuco se estropeara y que permaneciera a la deriva hasta el pasado miércoles, 9 de agosto.
Media Luna Roja baraja como posible causa de la muerte de los ocupantes del cayuco, la explosión de algún aparato en la patera, probablemente porque alguien estaba cocinando, lo que hizo que sus ocupantes tuvieran que lanzarse al agua, donde 17 fallecieron de inanición. Las autoridades marítimas mauritanas encontraron 11 cadáveres y dos más que seguían dentro de la embarcación, además se trasladó a cuatro heridos al hospital de Nuabidú, donde finalmente fallecieron.
158 INMIGRANTES LLEGARON HOY A TENERIFE
Además, dos cayucos llegaron hoy a las costas Canarias, concretamente al puerto de Los Cristianos, en la isla de Tenerife. Uno de ellos llevaba a bordo 78 ilegales, entre los que se encontraban 3 menores, mientras que 80 inmigrantes desembarcaron del segundo cayuco. En total, 158 subsaharianos arribaron en nuestras costas tan sólo en la jornada de hoy, a los que hay que sumar otros ocho que la Guardia Civil detenía en una playa del municipio de Agüimes (Gran Canaria) que al parecer desembarcaron de una patera no localizada.
Ante la gran cantidad de cayucos que llegan a la costa, los albergues y centros habilitados para acoger a los inmigrantes se han quedado pequeños, lo que propicia la expulsión o traslado de los ilegales. Así, según datos del Sindicato Unificado de la Policía, un millar de inmigrantes han sido trasladados desde las islas Canarias hasta otras Comunidades Autónomas, como Andalucía, Madrid, Murcia o Comunidad Valenciana, donde ingresan en centros para extranjeros, mientras que otro grupo de inmigrantes han sido expulsados a sus países, por su situación ilegal.