SAN ROQUE (CADIZ), 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Fe Rodríguez, la mujer que se encadenó en el Juzgado de San Roque (Cádiz) para denunciar que le había sido denegada una orden de protección tras cumplir su marido la condena que tenía de alejamiento, volverá a encadenarse esta semana para denunciar la situación judicial por la que está atravesando.
En declaraciones a Europa Press, la mujer explicó que tras expirar la orden de alejamiento que tenía su marido, solicitó el uso y disfrute de la vivienda con el fin de "no tenerle que abrir la puerta a mi marido si quería entrar", lo que le fue denegado. Posteriormente, pidió por ello una orden de protección "que también me fue denegada".
Ahora, con los trámites de divorcio en el juzgado, una vez que le ha sido notificado solicitó, alegando acoso económico y amenazas, unas medidas provisionales consistentes en el uso y disfrute de la casa hasta el fin de la tramitación del divorcio y una ayuda económica. Una petición que "a pesar de haber expirado el plazo, no han sido contestadas".
Fe Rodríguez no entiende su situación, ya que se preguntó "cómo es posible" que no se haya celebrado ningún juicio o señalamiento de las "más de 15" denuncias presentadas contra su marido "por amenazadas, malos tratos psicológicos, deterioro de la imagen o estrangulamiento económico" durante el año que ha durado la condena de alejamiento.
La mujer puso estos hechos en conocimiento de la Fiscalía General del Estado, que ha pedido información sobre el caso de Fe Rodríguez. Según la carta remitida a la interesada por la Fiscalía General, a la que tuvo acceso Europa Press, la Sala delegada contra la violencia sobre la mujer ha pedido información sobre el caso a la Fiscalía de Cádiz, después de que la mujer afectada mandara un escrito y documentación comunicando su caso.
Por otra parte, esa misma documentación del caso iba a ser remitida a la Fiscal Jefe de la Audiencia Provincial de Cádiz, Angeles Ayuso, por parte del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), según ha informado también éste a la mujer afectada.
Fe Rodríguez se encadenó el pasado día 21 de septiembre a la puerta del juzgado de San Roque porque, según explicó, su marido fue condenado por un delito de malos tratos el pasado 20 de septiembre de 2005 a una pena de ocho meses de prisión, "que no cumplió por no tener antecedentes", y a no acercarse a ella a menos de 200 metros durante un año, cuyo plazo expiró en la noche anterior a su encadenamiento.
Así, la mujer indicó que llevaba dos meses pidiendo al fiscal y al juez que llevan el caso que al no estar concluido su divorcio le concedieran el derecho a la vivienda hasta que estuviera concluido, lo cual "me lo han denegado". Según relató, la intención era que una vez concluida la condena, su marido no tuviera derecho a volver a la vivienda donde ella (la víctima) vive actualmente y a la que desde esa noche ya tiene derecho a estar el condenado por maltrato.
Por ello, al serle denegado el derecho a la vivienda, la mujer solicitó una orden de protección "que también me fue denegada". Ante esta circunstancia, la salida que vio Fe Rodríguez "para defender" su "vida" fue encadenarse durante unas horas al Juzgado, ya que al ser hipoglucémica no podía permanecer demasiado tiempo al tener que seguir un régimen de alimentación.
Asimismo, Fe Rodríguez manifestó que durante este año de condena de alejamiento "mi marido ha hecho de todo, por lo que he presentado denuncias, de las que ninguna ha seguido su curso", a pesar de que, según ella, "me ha hecho la vida imposible". En este sentido, se quejó de que el fiscal y la juez "no ven delito y me niegan la orden de protección hasta que se termine el divorcio".
La mujer manifestó que "si la justicia no actúa, el maltratador se crece y ese es el problema por el que asesinan a tantas mujeres". "Si no actúan, el maltratador no tiene límite", apostilló.
Finalmente, afirmó que desde el pasado día 20 de septiembre que expiró la condena de su marido no duerme tranquila y eso le "va a matar". "Esa tensión de ver cuándo aparece o salir a la calle y tener tanto miedo es insoportable y no puedo asimilarlo, por que sé que va volver con nocturnidad y alevosía", se lamentó, tras agregar que ha cambiado la cerradura pero que si él llama a la puerta no puede legalmente negarle la entrada.
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