MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
Pese a la mejora de las condiciones del transporte público y la creciente congestión del tráfico en nuestras ciudades, nueve de cada diez españoles propietarios de un vehículo particular lo prefiere en sus desplazamientos frente al transporte público, porque van más deprisa y cómodo que en autobús o metro. Una encuesta de la OCU sobre comportamientos ecológicos de los consumidores españoles, revela también que la mayoría no sabe qué hacer para ahorrar agua. En ahorro de energía y reciclaje las cosas mejoran.
El estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios para el próximo número de su revista OCU-Compra Maestra con una muestra de 2.500 consumidores considera "preocupante" que, a pesar de las recientes campañas por la sequía, el 51% de los encuestados declare no saber qué hacer para ahorrar agua. Además, otro dato relevante es que el 50% de los consumidores domésticos piensan que aunque se hagan esfuerzos desde los hogares para reducir el consumo, de nada sirve si los agricultores y la industria no hacen lo mismo. Finalmente, una buena parte de los encuestados dice no estar interesados en las medidas ahorradoras del agua, bien porque piensa que estas medidas son caras (38%), porque reducen la comodidad (22%) o porque son complicadas (21%).
Al ser preguntados por la preferencia sobre el uso del coche particular en lugar del transporte público, el 90% de los encuestados tienen coche y lo usan porque dicen ir más rápido y más cómodos que con cualquier otro medio de transporte. El transporte público, a tenor de las respuestas, ganaría adeptos si mejorara la frecuencia de paso de autobuses y trenes (63%), mejorara la puntualidad y comodidad (58%) y si fuera más barato (54%).
AHORRO Y RECICLAJE
Los porcentajes mejoran en relación al ahorro de energía en el hogar. El 61% de los encuestados ha instalado bombillas de bajo consumo y el 53% compra electrodomésticos energéticamente más eficientes. Por otro lado, la mitad ha instalado ventanas de doble cristal o regula la temperatura de su hogar con un termostato. Además, aunque el 34% se ha planteado instalar en el futuro paneles solares para la calefacción, la energía solar no tiene muchos adeptos (sólo un 2%). Finalmente, aunque el 81% de la gente esté dispuesta a consumir menos electricidad para mejorar el medio ambiente, todavía un 12% deja la luz encendida al salir de una habitación. En todo caso, sólo un 6 por ciento se ha beneficiado de ayudas públicas para hacer reformas domésticas dirigidas a la eficiencia energética, sobre todo (86 por ciento) por desconocimiento de su disponibilidad.
También existe una buena disposición para el reciclaje, ya que el 69% asegura que, de forma habitual, recicla el papel y el vidrio, y el 64% los envases. Por el contrario, sólo un 33% de los encuestados devuelve los medicamentos usados a la farmacia y únicamente el 7% deposita las pilas en el contenedor.
Para el consumidor español, el medio ambiente es, junto a la vivienda, el sexto problema más importante que debe afrontar España en los próximos 5 años. Le preocupa al 67% de los encuestados aunque reconocen que su nivel de información sobre los aspectos medioambientales es tan sólo de "aprobado" (se otorgan un 5,5 sobre 10). Finalmente, la encuesta revela que los tres asuntos que requieren más atención para los usuarios son la contaminación del agua, la contaminación atmosférica y el efecto invernadero.
