CIUDAD REAL, 8 Dic. (EUROPA PRESS)
El obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, señaló hoy que desde el comienzo del Adviento, la Liturgia pide cultivar "una actitud de apertura para recibir al que viene en la Navidad" y pedir a Dios, que avive "el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene" y así, cuando "estamos afectados por la discrepancia y la desorientación en principios básicos de la fe y moral cristianas", se echa en falta "una formación cristiana sólida".
Todo ello, indicó en su carta de Adviento, "quiere decir que Jesucristo no es percibido, tratado e imitado como el que es, sino como el que cada uno se imagina, perdiendo así ese poder de seducción y de referencia que tiene el Señor cuando se le conoce".
Por eso, todo invita, en el tiempo de Adviento, "a intensificar estudio, oración y revisión de nuestra vida cristiana en moral y costumbres". Así, cuando en el Plan Pastoral Diocesano, se habla de "formación", no se refiere a un aprendizaje de conceptos "sin más", sino "al saboreo de las verdades de la fe católica explicitadas en el Catecismo y en la Liturgia", que requiere tiempo y dedicación.
Los Apóstoles, dijo, recibieron "del Señor Resucitado el mandato de hacer 'discípulos de todos los pueblos', que significa dar a conocer quién es el Señor, contar lo que Jesucristo ha dicho y ha hecho, pues nadie es discípulo de nadie ni entra en la 'disciplina' de un seguimiento si no conoce al que sigue".
En el tiempo de Adviento, "debemos destruir en nosotros esta especie de resistencia vital propia de nuestra cultura dominante a ser y confesarse discípulo de Jesucristo, y que, sin embargo, acepta con toda normalidad fanatismos políticos, deportivos y de todo tipo sin ningún rubor".
Se preguntó si cuando Jesucristo va a nacer en la Navidad, "¿sabremos reconocerlo?". Indicó que "hemos de beber de las fuentes de las que nos llega el amor de Dios. Fuentes que misteriosamente están conectadas entre sí." Y, en primer lugar, citamos "la fuente del conocimiento del Dios Amor comunicado a los hombres en Jesucristo".
Recordó que "todos nos sometemos a la presión mediática de la publicidad de los productos navideños. El mundo comercial organiza un muy particular "adviento" para incrementar las ofertas y excitar la demanda de los consumidores. ¿Aprovechamos los cristianos la humilde oferta de nuestras parroquias para incrementar nuestra formación permanente, y los especiales momentos de oración de este tiempo?".
El Rey del Universo, Jesucristo, "se nos hace cercano" en el tiempo de Adviento, que habla de cumplimiento de las promesas de Dios, y "lanza al cumplimiento definitivo de las mismas". Hay que estar "siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir, y manteneos en pie ante el Hijo del Hombre".