El obispo de Jaén pide "remover las conciencias" ante la ruptura del "orden divino de distribución de bienes"

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 8 febrero 2006 15:31

JAEN 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, pidió hoy que se "remuevan las conciencias" ante la ruptura del "orden divino de distribución de bienes" a través de su carta pastoral escrita con motivo de la XLVII Campaña contra el Hambre de Manos Unidas.

En la carta pastoral, a la que ha tenido acceso Europa Press, el obispo manifestó que "el grave problema de la desigualdad de los bienes en el mundo, originariamente destinados para todos", se constituye como "un hecho moral que interpela nuestras conciencias".

Asimismo, subrayó que "el afán desmesurado de ganancias, a costa de quien sea y como sea, la sed de poder y dominio tanto en los individuos como en los pueblos" son factores que "se sustentan en estructuras contrarias a los planes divinos y de la interdependencia y solidaridad humanas de donde nacen y en donde se generan, en último término, el hambre y la injusticia", según explicó.

"Ante este panorama radicalmente intolerable que va contra la persona y rompe el orden divino sobre la distribución de bienes, no podemos cruzarnos de brazos", resaltó del Hoyo, al tiempo que abogó por "remover las conciencias con actitudes morales, lograr una nueva conciencia solidaria en los individuos y en los pueblos para arbitrar remedios eficaces" en un periodo de corto plazo.

Del mismo modo, el obispo destacó que "el problema del hambre no es solamente un problema de ayudas, sino de un nuevo orden económico internacional", de manera que "afecta a grandes zonas del mundo que exigen sin duda cambios en sus estructuras y, sobre todo, en los corazones".

Del Hoyo señaló que anualmente la Campaña contra el Hambre y el día del Ayuno Voluntario, que promueve Manos Unidas, "resuena a los cristianos como un eco repetido de las palabras de Jesús, 'Dadles vosotros de comer", por lo que aseguró que "Jesús continúa repitiéndonos hoy" esas mismas palabras con la misma vigencia y ante una situación parecida.

Ante esta situación, el obispo pidió una unión de "nuestras voces a la de Jesús para darles de comer, hasta donde sea posible, desde nuestra generosidad" así como la conjunción de "nuestro clamor para que la dignidad humana sea un bien para todos".

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