El obispo de Santander cree que la Ley de Memoria Histórica es "innecesaria" y puede provocar una "disfunción"

Actualizado: domingo, 11 noviembre 2007 15:13

Vicente Jiménez Zamora lamenta que actualmente la sociedad está "fuertemente secularizada"

SANTANDER, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, consideró hoy que la Ley de Memoria Histórica, recientemente aprobada por el Congreso de los Diputados, es "innecesaria" y puede "inducir a cierta disfunción" y a "elementos de no pacificación" dentro de la sociedad, después de "un gran esfuerzo de todos" para la "reconciliación" y la "convivencia".

En una entrevista a RNE recogida por Europa Press, el prelado cántabro destacó así que "en este momento", en el año 2007, la Ley de Memoria Histórica es "innecesaria" porque "se había hecho un gran esfuerzo por parte de todos en reconciliación y convivencia fraterna", a través "del pacto que nos dimos todos los españoles al aprobar la Constitución Española".

En este sentido, afirmó que también la Iglesia realizó ese "esfuerzo", puesto que esta institución "fue factor de la Transición política". Agregó que "durante todos estos años nos ha ido bien", de modo que en España "hemos crecido en convivencia y en armonía".

Por ello, a su entender, "introducir ahora un elemento" como la Ley de Memoria Histórica "puede inducir a cierta disfunción" y a "elementos de no pacificación" dentro de la sociedad. De esta forma, el obispo abogó por "seguir como estamos, desde la Constitución y avanzando en mayor entendimiento y en la búsqueda de la paz".

Jiménez Zamora reconoció, además, la existencia de "temas puntuales", en los que se da alguna "fricción" entre la Iglesia y la sociedad, como son "la familia" o "la educación". Al respecto, se refirió a la polémica por la asignatura de Educación para la Ciudadanía, y matizó que la oposición de la jerarquía eclesiástica viene cuando esta asignatura "se entiende como una formación de la conciencia moral y religiosa de los individuos".

El obispo de Santander recalcó que "el Estado es subsidiario en la educación" dado que son los padres "los que tienen el legítimo derecho primario de educar a sus hijos", mientras que el Gobierno o las autoridades estatales no "deben imponer una educación moral y religiosa en la conciencia de los ciudadanos", sentenció.

SOCIEDAD 'SECULARIZADA'.

Por otro lado, el obispo lamentó que actualmente la sociedad está "fuertemente secularizada", hasta el punto de que, incluso, dentro de la Iglesia "hay cierta debilidad en la vivencia cristiana", dentro de las familias y las parroquias, lo que, según Jiménez Zamora, provoca "que no se esté preparado el terreno suficiente para que haya una floración vocacional".

El prelado subrayó la "sequía vocacional" que, según dijo, se está produciendo en Europa, y también España y Cantabria, pues "no hay correlación entre las bajas y las altas o nuevas ordenaciones (sacerdotales)". Indicó que en el caso de la Diócesis cántabra hay unos 315 sacerdotes, de los cuales 90 están en una franja de edad entre los 70 ó 75 años.

"Eso quiere decir que en cinco años habrá, por ley de vida, por enfermedades, jubilaciones, etcétera, unos cien sacerdotes menos, lo que supondrá una dificultad añadida a la hora de afrontar los retos pastorales", explicó Jiménez Zamora.

En todo caso, el obispo apostó por "sentar las bases" de "familias más sanas" y "cristianas", con el fin de lograr "comunidades parroquiales más vivas" y una "pastoral de juventud" que facilite "una propuesta vocacional clara". Insistió en que la familia es un "elemento primordial" de la sociedad, y opinó que "habría que llegar a un consenso sobre valores fundamentales", como "el esfuerzo, la solidaridad, el sacrificio, o la fraternidad", en los que "estamos en déficit", concluyó Jiménez Zamora.