Los obispos proponen crear una Comisión Nacional de Bioética y formarán a monitores en educación afectivo-sexual

El Plan Pastoral saluda la celebración del Encuentro de las Familias ante los "gravísimos ataques contra el matrimonio y la familia"

Europa Press Sociedad
Actualizado: viernes, 28 abril 2006 14:59

MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los obispos españoles proponen en su Plan Pastoral para el próximo quinquenio 2006-2010, aprobado en la última Asamblea Plenaria del pasado mes de marzo y dado a conocer hoy, la creación de una Comisión Nacional de Bioética para tratar "las cuestiones cada vez más especializadas que van surgiendo en este campo". Según el Episcopado, este órgano debería configurarse como una "institución estable de carácter consultivo".

Asimismo, saludan la celebración en Valencia del Encuentro Mundial de las Familias en un momento en el que están registrando "gravísimos ataques a la familia y al matrimonio" y anuncian en este contexto que elaborarán un material para la educación afectivo-sexual para cuya utilización se formarán monitores.

Además, consideran que "la cuestión principal a la que la Iglesia deberá hacer frente no se encuentra tanto en la sociedad como en su propio interior" con la secularización interna, y sostienen que "lejos de desalentarse" ante "el creciente recorte de la libertad en el ámbito de la enseñanza", renuevan su "empeño a favor de la educación integral de la persona".

"El problema de fondo, al que una pastoral de futuro tiene que prestar la máxima atención, es la secularización interna. La cuestión principal a la que la Iglesia ha de hacer frente hoy en España no se encuentra tanto en la sociedad o en la cultura ambiente como en su propio interior; es un problema de casa y no sólo de fuera", indica el documento, cuyo título es 'Yo soy el pan de vida. Vivir de la Eucaristía'.

Al respecto, destaca la débil transmisión de la fe a las generaciones jóvenes; la desorientación que afecta a un buen número de sacerdotes, religiosos y laicos; la disminución de vocaciones para el sacerdocio y para los institutos de vida consagrada; la pobreza de vida litúrgica y sacramental de no pocas comunidades cristianas; la aparición de nuevas formas de disenso teológico y eclesial, y la escasa presencia pública de los católicos.

Sin embargo, los obispos no dejan de responsabilizar de la actual situación a "cultura pública que se aleja decididamente de la fe cristiana y camina hacia un humanismo inmanentista". "Esto se manifiesta en diversas formas mentales o actitudes vitales: las tendencias laicistas en la organización de la sociedad, la desidentificación de la realidad misma del matrimonio y la familia, los atentados contra la vida del concebido no nacido, el recorte de libertades en materia educativa, la deriva de una parte de la juventud, sometida a nuevas formas de esclavitud", sostienen.

Frente a esta situación, destacan la urgencia de "acreditar la Iglesia como hogar de la fe" y "profesar la fe rectamente". "Ambas tareas encuentran en la Eucaristía su punto de verificación más auténtico", añaden.

El documento concluye en que la Iglesia española deberá orientarse en los próximos años a vivir de la Eucaristía "con una mayor interioridad" ya que "de ella vive el pueblo de Dios". El Plan, de 55 páginas, está dividido en tres capítulos, 'Del misterio de la fe a la transmisión de la fe'; 'De la celebración eucarística a la vivencia de la esperanza', y 'De la comunión eucarística al servicio de la caridad'.

Los obispos también manifiestan su preocupación por "el creciente recorte de la libertad en el ámbito de la enseñanza religiosa y de la educación en general". "Lejos de desalentarnos, renovamos nuestro empeño a favor de la educación integral de la persona humana, la cual nunca se alcanzará si se prescinde de su dimensión religiosa. La Iglesia entiende su presencia en la escuela como una acción educativa y evangelizadora, un verdadero apostolado cuyo vigor se renueva cada día en la celebración eucarística", afirman.

GRAVES ATAQUES CONTRA LA FAMILIA

Por otra parte, saludan la celebración del próximo Encuentro Mundial de las Familias en Valencia el próximo mes de julio en un contexto "en el que gravísimos ataques a la familia y al matrimonio obligan a la Iglesia a testimoniar más que nunca la verdad del matrimonio y de la familia, llamando a la conversión y al respeto del orden establecido por el Creador: ¡familia, sé tú misma!".

Para cumplir con este objetivo, la Conferencia Episcopal Española (CEE) también tiene previsto la elaboración de un material para la educación afectivo-sexual, aunque los obispos aclaran que para su utilización "será necesario garantizar la formación de los monitores para que realicen este servicio desde la comunión con la enseñanza de la Iglesia y con una sólida base antropológica y científica".

Asimismo, se proponen la creación de una Comisión Nacional de Bioética, "como institución estable de carácter consultivo para las cuestiones cada vez más especializadas que van surgiendo en este campo".

Sobre los medios de comunicación, apunta que "no basta" que la Iglesia "use" estos medios para difundir el Evangelio y el Magisterio sino que es necesario "integrar el mensaje mismo en esta nueva cultura de la comunicación". "Es necesario continuar el proceso de renovación y mejora de la estructura informativa eclesial, en orden a poder contar con un específico plan de comunicación, y con los medios humanos y técnicos necesarios, para lograr que la voz y vida de la Iglesia sean percibidas por los fieles y los ciudadanos, en general, de una manera clara y coherente", indican.

A continuación aclaran que este objetivo se debe cumplir "sin olvidar que la presencia de la Iglesia en los medios de comunicación no se da para competir con los poderosos de la tierra, sino para presentar al mundo entero el rostro del Salvador".

Por último, se refieren al aumento de la inmigración en los últimos años y "el reto nada fácil de ofrecerles a Jesucristo junto con el testimonio de caridad cristiana". En este contexto, también se plantean la preparación de los cristianos para afrontar el diálogo interreligioso, en particular con el Islam debido a "la notable diferencia entre la cultura europea, con profundas raíces cristianas, y el pensamiento musulmán".

"A este respecto, hay que preparar adecuadamente a los cristianos que viven cotidianamente en contacto con musulmanes para que conozcan el Islam de manera objetiva y sepan situarse bien ante él; dicha preparación debe propiciarse particularmente en los seminaristas, los presbíteros y todos los agentes de pastoral", afirman.

El documento concluye en que la Iglesia española deberá orientarse en los próximo años "a vivir de la Eucaristía con una mayor interioridad" ya que de ella "vive todo el Pueblo de Dios".

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