JAEN, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Jaén ha decretado hoy el ingreso en prisión de la mujer condenada a once años y medio de cárcel por rociar con ácido a dos niños y a su cuidadora en Martos (Jaén).
Fuentes cercanas al caso informaron a Europa Press de que la magistrada adoptó esta decisión tras tener en cuenta el derecho a la protección de las víctimas y el antecedente de la acusada por un presunto quebrantamiento de la orden de alejamiento que le impedía acercarse a la madre y a los menores.
Concretamente, a principios del año pasado, María Antonia B.T.
coincidió con la madre de los niños en un supermercado de Martos ubicado en una calle próxima al establecimiento hostelero que ésta última regenta. Estos hechos, que derivaron en un incidente entre ambas, están pendientes de la celebración de un nuevo juicio contra la condenada.
La defensa, que podría recurrir esta resolución judicial, había solicitado que no se adoptara ninguna medida nueva en relación a su cliente en tanto no se resolvieran los recursos interpuestos en el Tribunal Supremo, ya que, según indicó, no va a haber riesgo de fuga, extremo que aceptó la juez pero que no fue suficiente para evitar el ingreso en prisión. La acusada alegó igualmente que había encontrado un trabajo y que tenía que cuidar de su hijo menor.
María Antonia B.T. se encontraba en libertad provisional desde 2004 después de que en mayo de 2003 ingresara en prisión y permaneciera allí durante varios meses tras agredir a dos niños de tres y ochos años de edad al creer que la madre de éstos mantenía una relación sentimental con su marido.
Además de la pena de prisión, la Audiencia también impuso a María Antonia B.T. la prohibición de residir en Martos durante los diez años y medio posteriores a su salida de la cárcel, así como el pago de indemnizaciones por importe de 606.700 euros.
En el juicio, tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares subrayaron la "premeditación" de la acusada que, según precisaron, realizó "labores de vigilancia" de las víctimas en días anteriores.
Sin embargo, María Antonia B.T. se mostró "profundamente arrepentida" de su acción y aseguró que su intención no era la de hacer daño a los menores, sino a la cuidadora que los acompañaba, a quien presuntamente confundió con la abuela de los chavales.
La mujer atribuyó lo ocurrido a una "alteración" de su estado anímico provocada por los celos que sufría desde meses atrás hacia la madre de los niños, a la que acusaba de mantener una relación sentimental con su marido. De hecho, la defensa pidió la aplicación de las atenuantes de obcecación por celos, arrepentimiento, confesión y perdón pedido.
Los daños más graves por la agresión recayeron sobre la niña de ocho años, ya que el líquido corrosivo le provocó graves heridas en los ojos, padeciendo ceguera total en el ojo derecho e hipermetropía en el izquierdo.