MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los padres de un niño de once años hicieron público hoy el "acoso y la presión" sufrida por su hijo durante dos años por parte de compañeros de su clase en el Colegio Suizo de Madrid, situado en Alcobendas, que tiene como colofón una agresión que quedó registrada en dos vídeos grabados por sus propios agresores. La familia ha sacado del colegio al menor acosado, M.S., que está en tratamiento psicológico, y a su hermana y critica la falta de actuación del centro educativo y su intención de ocultar los hechos.
En concreto, los padres, que interpusieron una denuncia contra los agresores que fue archivada por la Fiscalía al tratarse de menores, interpondrán una demanda contra el colegio en un juzgado de primera instancia por "daños y perjuicios" al no haber cumplido la obligación de guardia y custodia de su niño provocándole un "daño moral", así como una querella penal contra el director del centro, René Portenier, por "presuntas calumnias e injurias" contra los progenitores.
Según explicó hoy en rueda de prensa el padre, Fernando Sacristán, su hijo ha sido "acosado y agredido" por compañeros de clase desde los nueve años en el interior del colegio y la clase (quitándole cosas, dándole collejas, llamándole "cara de tomate" y pegando a los niños que lo defendían). Estos hechos, comunicados a los responsables del centro, tuvieron su punto álgido el pasado 26 de junio, cuando los propios acosadores grabaron una nueva presunta agresión en vídeo en la que el niño, sentado en su pupitre, recibe golpes de un compañero y burlas de otros menores.
"No hay sangre ni ensañamiento pero se trata de un acoso y una agresión. Tenemos la prueba que muchos padres quisieran tener", resumió Sacristán, quien criticó que cuando la profesora de Matemáticas regresó al aula y su hijo se lo contó, ésta le mandó callar y sentarse para terminar con la clase, sin trasladar lo ocurrido a la tutora o la Dirección del centro. Posteriormente, los niños visionaron los vídeos de la agresión en el recreo, tal y como relata el padre, que fue al propio colegio a conseguir la cámara en la que había quedado registrado el suceso.
Inicialmente, el padre pensó que el contenido de la cámara eran un par de fotos pero al descubrir que se trataba de dos vídeos lo comunicó al centro, que puso una denuncia a la Policía contra Sacristán por amenazas y robo de la cámara pero no sobre la agresión de su hijo ni se lo comunican a las autoridades suizas, de las que depende el centro educativo. Por ello, la familia se pone en contacto con la Embajada Suiza en España, cuyo embajador "se quedó mudo" al ver los vídeos, añade el padre.
EL DIRECTOR DEL COLEGIO HABLA DE UN "INCIDENTE PUNTUAL"
El director del Colegio Suizo de Madrid, René Pontenier, negó hoy "rotundamente" que haya habido un caso de acoso escolar durante dos años en el centro, tal y como ha denunciado la familia de un alumno de once años, aunque reconoció que hubo un incidente violento "puntual" el pasado mes de junio, ante el cual el colegio reaccionó "en seguida".
En declaraciones a Europa Press, Pontenier relató que el 26 de junio "tres niños molestaron a otro con un estuche, dos de ellos pegándole y otro grabando la escena". Aseguró que no hubo daño físico porque el estuche era blando y que "más bien hubo burla y humillación" por la filmación. Según el responsable del centro, el niño agredido telefoneó a su padre para contarle lo sucedido y éste acudió al colegio. "Cruzó la motocicleta en la entrada para que no pudieran entrar ni salir los coches y se dirigió a un grupo de niños, entre los que estaban los agresores, cogió a uno del brazo y le quitó la cámara", explicó.
El responsable del centro dijo que al día siguiente, los padres del menor "irrumpieron" en su despacho "de forma muy violenta, pegando a las puertas y gritándome". "Logramos calmarles y hablamos del caso", explicó. Al día siguiente se convocó una reunión con los padres de los niños agresores para estudiar posibles sanciones y se acordó darles un "ultimátum", la sanción más severa que permite este centro, que consiste en que si este curso sucede algo similar deberán abandonarlo. Al mismo tiempo, Pontenier presentó una denuncia contra el padre por agresión física y robo al niño de la cámara.
Tras las vacaciones, en víspera del comienzo del curso, hubo una reunión con los padres del niño agredido para ver cómo se le podía integrar de nuevo. "Les ofrecimos todo tipo de ayuda pedagógica y psicopedagógica y el día 7 empezaron las clases los dos hermanos (el agredido y una hermana menor)", comentó. Sin embargo, cuando el padre se enteró de que el centro no pensaba retirar la denuncia contra él, "se enfureció y se llevó a los niños del colegio", dos días después del comienzo de las clases.
Pontenier negó "rotundamente" que haya habido acoso escolar al niño mencionado durante dos años porque "acoso es una cosa entre varios niños contra uno solo sistemáticamente a lo largo de mucho tiempo". Al respecto, explicó que la última reunión con los Sacristán referente a su hijo fue en octubre de 2005. "Desde entonces hasta junio nunca se pusieron en contacto para manifestar su malestar", aseguró. "No sé si ha sucedido eso, pero nunca se han manifestado", añadió.
Pontenier dijo que asume la responsabilidad por la agresión física ocurrida en junio, "porque tuvo lugar en el centro, aunque no en horas lectivas, sino en el recreo". Además, explicó que debido a lo ocurrido, en septiembre se ha puesto en marcha una formación para el profesorado en los planes de acción tutorial, "una herramienta preventiva para evitar ese tipo de situaciones". "Hemos reaccionado coherentemente", consideró.