ROMA 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los padres sinodales buscan un lenguaje adecuado, no ofensivo, pero que respete la doctrina para referirse a la familia en los tiempos actuales, y también a los homosexuales. Así lo han explicado en el Vaticano durante el briefing informativo diario en el que se da cuenta de los contenidos de las sesiones del Sínodo de la Familia.
Así, el Arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos), monseñor Charles Chaput, ha puesto de manifiesto que se ha evidenciado la necesidad de dar con un lenguaje que no sea ofensivo, pero que al mismo tiempo respete la doctrina de la Iglesia católica.
"Tenemos que tener cuidado con las palabras que usamos para no herir a las personas, pero tenemos que ser fieles también a la doctrina", ha señalado Chaput al recordar que la finalidad del Sínodo de Obispos no es doctrinal, sino de actitud y sobre todo pastoral.
Por otro lado, ha explicado que en las sesiones de ayer martes por la tarde, en el círculo menor de inglés- uno de los 10 grupos lingüísticos que se encarga de elaborar un resumen del contenido de la asamblea sinodal- fue tratado el tema de la homosexualidad, pero ha precisado que solo fue mencionada y que no fue el tema dominante de la conversación.
En todo caso, se ha mostrado convencido de que el tema de la homosexualidad saldrá de nuevo en el futuro y cree que también encontrarán las palabras adecuadas para referirse al colectivo de una forma en que se sientan acogidos y no se sientan heridos.
Por otro lado, Chaput ha hecho hincapié en que es importante que el Sínodo trabaje los problemas relevantes de los continentes, y no solo los relativos a un país concreto. En este sentido, ha explicado que la audiencia a la que se dirige la Iglesia es inmensa y ha remarcado la necesidad de tener en cuenta esta diversidad.
Asimismo, ha señalado la necesidad de que haya más comunicación y diálogo entre "la Iglesia universal y la Iglesia local". En este sentido, ha precisado que "no es apropiado que una sola conferencia episcopal por su cuenta decida "cuestiones de doctrina".
UNIDAD Y CONFRONTACIÓN
Por otro lado, arzobispo de Lille (Francia), monseñor Laurent Ulrich ha reivindicado la responsabilidad de trabajar juntos en el Sínodo sobre un objeto, común y delicado como la familia y ha señalado que esto ayuda a confrontarse unos con otros y a hacer que salgan las diferencias. "La familia nos ayuda a confrontarnos con nosotros mismos y pasar por encima de nuestras diferencias", ha explicado.
Además, ha precisado que en los padres sinodales siguen el consejo del Papa Francisco de hablar libremente y que los temas que se van tratando son los que aparecen en el Instrumentum Laboris, el documento que ha servido de base para la preparación de esta segunda asamblea. Por último, ha concluido que en la Iglesia católica se valora la unidad pero que es necesario "estar seguros de que las diferencias culturales puedan surgir y todos puedan expresarse".
Por su parte, el arzobispo de Ayacucho (Perú), monseñor Salvador Piñeiro, ha reflexionado sobre la evangelización y ha señalado que "no se trata de pescar en la piscifactoría sino de ir a pescar fuera de la pecera". También ha explicado que los eclesiásticos en Latinoamérica se sienten muy escuchados y que agradecen que están unidos por "el mismo lenguaje, la fe y la piedad popular". Para finalizar, ha reivindicado la importancia de los hijos en un matrimonio y ha explicado que "Dios llama a la pareja a que sean esposos y padres, la Iglesia tiene que acompañar a las familias".