El Papa y miles de fieles rezarán el domingo en la plaza de San Pedro para recordar a Juan Pablo II

Actualizado: viernes, 31 marzo 2006 14:56


ROMA, 31 Mar. (EUROPA PRESS/C. Giles) -

El 2 de abril se conmemorará el primer aniversario de la muerte de Juan Pablo II y decenas de miles de fieles junto al Papa Benedicto XVI le recordaran con una vigilia nocturna en la que se entonarán cantos y se recitará el rosario. Los actos en homenaje al fallecido Pontífice se cerrarán el 3 de abril con una misa solemne en la Plaza de San Pedro. Las ceremonias de estos días servirán para que los fieles reclamen, como en los días posteriores a su muerte, que Juan Pablo II sea proclamado Santo lo antes posible. España también se sumará a los homenajes con celebraciones litúrgicas y un multitudinario encuentro de jóvenes en la Plaza Colón en Madrid.

Según las primeras estimaciones de la policía de Roma, entre el 2 y el 3 de abril, unos 100.000 fieles, un tercio llegados desde Polonia, participarán en las ceremonias que recordarán la figura de Juan Pablo II. La diócesis de Roma ha organizado para la noche del domingo una vigilia nocturna que comenzará sobre las 20.30 horas con el coro de la diócesis de Roma, que interpretará cantos marianos y a continuación se leerán lecturas y textos de Juan Pablo.

A las 21.00 horas el Papa Benedicto XVI se asomará a la ventana del Palacio Apostólico para acompañar el rezo del rosario que estará presidido por el cardenal Camillo Ruini, Vicario General del Papa para la capital italiana, repitiendo así la escena de aquel 2 de abril cuando miles de fieles se reunieron en la Plaza de San Pedro para rezar juntos en los minutos finales de la vida del pontífice polaco.

A las 21:37, hora exacta de la muerte de Karol Wojtyla, el Pontífice pronunciará una oración e impartirá la bendición apostólica. Al día siguiente, lunes 3 de abril, Benedicto XVI presidirá sobre las 17.30 horas en la Plaza de San Pedro una misa solemne en memoria del Pontífice.

El Papa siempre ha tenido muy presente la figura de Juan Pablo II en todas sus ceremonias, recordando sus lecturas y destacando los logros de su Pontificado. En su última visita, el pasado domingo, a una parroquia romana, Benedicto XVI leyó la última catequesis preparada por Wojtyla, que tenía previsto pronunciar el 3 de abril, pero murió una noche antes.

Sus palabras, consideradas su testamento, se refieren a la crisis que atraviesa la humanidad "que algunas veces parece perdida y dominada por el poder del mal, el egoísmo y el temor; el Señor resucitado ofrece el regalo de su amor que perdona, reconcilia y abre el alma a la esperanza. Es un amor que cambia corazones y trae la paz".

SUS ÚLTIMAS HORAS

Al cumplirse el primer aniversario de su muerte, su secretario durante 26 años, el arzobispo de Cracovia y recientemente nombrado cardenal, Stanislao Dziwisz, publicó el libro 'Dejadme ir', en el que describe las últimas horas de vida del Pontífice. "'Déjenme ir a la casa del Padre', susurró aquella tarde Juan Pablo II, cuyo cuerpo se debilitaba cada vez más pero permanecía fuerte en el espíritu y amando hasta el final", relata Dziwisz en su libro.

Además, Dziwisz declaró en una entrevista hace algunos días que "los últimos días del Papa polaco fueron serenos y cargados de conciencia". "No fueron tan trágicos como afirman los medios", porque el Papa "era consciente de que se acercaba su hora y estaba plenamente preparado para la muerte, oía los rezos de la multitud congregada bajo sus ventanas y con su calma y tranquilidad ayudaba a quienes le rodeaban a mantener o recuperar la paz espiritual", afirmó.

Según relató el secretario polaco, el Pontífice se había negado a volver al Policlínico Gemelli, después de sus dos últimas hospitalizaciones, en una de las cuales se sometió a una traqueotomía. Dziwisz recordó que, tras su fallido discurso para la audiencia del miércoles 30 de marzo, Wojtyla dijo: "Quizá es mejor que muera".

Al día siguiente, el 31 de marzo, el Papa sufrió una infección en las vías urinarias, con fiebre alta, seguida de un shock séptico y un colapso cardiocirculatorio y el 1 de abril el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, reconoció la gravedad de la situación.

"Dejadme ir a la casa del Padre", susurró el sábado Wojtyla a sor Tobiana, una de las monjas polacas que lo asistían, según confirma Dziwisz en su libro, quien añade que a las 22:00 horas del sábado 2 de abril, el sustituto de la Secretaría de Estado, Leonardo Sandri, ya anunciaba su muerte a los miles de fieles que rezaban el rosario en la Plaza de San Pedro.

DOS POSIBLES MILAGROS PARA SU BEATIFICACIÓN

Las ceremonias de estos días servirán para para que los fieles reclamen, como en los días posteriores a su muerte, que Juan Pablo II sea proclamado Santo lo antes posible. El proceso de beatificación de Wojtyla fue anunciado oficialmente por la diócesis de Roma el pasado 28 de junio después de que Benedicto XVI diera su autorización para iniciar el proceso sin respetar la normativa que establece 5 años después de la muerte del candidato para comenzar la correspondiente tramitación.

Por el momento, el postulador de la causa de canonización de Juan Pablo II, el sacerdote polaco Slawomir Oder, ha señalado que se está estudiando el milagro realizado en una monja francesa que, según las primeras noticias, fue curada de Parkinson poco después de la muerte del Pontífice gracias a las oraciones de sus compañeras.

Además, de acuerdo a las últimas declaraciones de Oder, podría existir otro milagro; el de un hombre aquejado de una afección hepática incurable que podría haberla superado gracias a la intervención del fallecido Pontífice. El episodio, ocurrido en Estados Unidos, fue comunicado a través del sacerdote que atendía espiritualmente al enfermo. "Se trata de un hecho aún no comprobado y se podrá hablar oficialmente de 'milagro' sólo al final de un proceso de confirmación", explicó el postulador.

Desde su muerte, entre 15.000 y 20.000 fieles de todo el mundo visitan cada día la tumba de Juan Pablo II situada en la grutas vaticanas, bajo la basílica de San Pedro y donde se encuentran enterrados algunos pontífices y reinas católicas. Su tumba, una sencilla cripta con una lápida de mármol blanco y ningún tipo de decoración floreal, excepto un par de plantas y unas velas, se ha convertido en un lugar de peregrinación de los fieles que llegan a Roma.

ESPAÑA SE SUMA A LAS CELEBRACIONES

España no ha querido quedarse al margen de los homenajes después de que este país fuera uno de los más visitados por el Papa Juan Pablo II. Así, en Madrid los jóvenes recordarán al Pontífice el domingo al mediodía en la Plaza Colón, ya que fue "el último lugar en el que estuvo Juan Pablo II en su visita a España en mayo de 2002".

"Ahí fue donde el Papa se despidió de los españoles y es ahí donde los jóvenes queremos recordarle", comentó la Coordinadora Corazonada, que organiza este evento, que contará con algunos testimonios de varios jóvenes, que hablarán sobre lo que para ellos ha significado Juan Pablo II, y finalizará con el rezo de la Salve. Los actos se clausurarán en Madrid esa misma tarde con una misa en la catedral de la Almudena presidida por el Arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela.

Por su parte, el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, convocó a los jóvenes a participar el domingo en una misa en la Catedral de Barcelona a la que seguirá una vigilia, en la que los jóvenes podrán rezar y reflexionar sobre la figura del Papa y su legado apostólico.

El arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, animó a los valencianos, en su carta pastoral de esta semana, a rendir homenaje a Juan Pablo II por su "pasión por la familia". Por este motivo, el arzobispo presidirá el lunes una misa en la Catedral de Valencia a las 19.30 horas en acción de gracias por el Papa fallecido.